Es costumbre que todo gobernante, al cumplir los primeros 100 días, presente un “pormenorizado balance” de la gestión adelantada durante poco más de tres meses de gobierno. Y no solo en Colombia los presidentes, gobernadores y alcaldes muestran a los medios de comunicación las “ejecutorias” de sus primeros 100 días. También los presidentes de Estados Unidos, y del resto de América, de países europeos, e incluso, atérrese, de países africanos, presentan a los medios de comunicación, nacionales y extranjeros, sus resultados al frente del gobierno. Pero ¿de dónde surgió tal idea? ¿a quién se le ocurrió que era importante evaluar los primeros 100 días de una administración? 

Se tiene registro de que el entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, se comprometió, en caso de ganar las elecciones, a implementar un plan de choque durante los primeros 100 días de gobierno, con el propósito de reactivar la economía estadounidense que atravesaba la fase crítica de la Gran Depresión de 1929, la peor crisis económica de toda la historia reciente. 

Y, en efecto, al convertirse en presidente de Estados Unidos en 1933, durante los primeros 100 días de su mandato promovió una serie de leyes y órdenes ejecutivas para contrarrestar los efectos de la gran crisis, medidas que a la postre resultaron exitosísimas en su propósito. Franklin Delano Roosevelt pasó a la historia como el gran reformador y todas sus medidas fueron bautizadas como el “New Deal” (Nuevo Acuerdo), pues lograron una reingeniería del sistema político y económico de Estados Unidos. 

Por este episodio que empezó como una estrategia comunicativa de un candidato a la presidencia de Estados Unidos, con un compromiso específico para sus primeros 100 días de gobierno, fue por lo que nació la tradición según la cual los gobernantes de prácticamente todos los países, y en todos los niveles, presentan a los medios de comunicación “sus ejecutorias”. Y, por supuesto, Colombia no fue ajena a esta “buena práctica”.

Objetivamente hay que decir que en 100 días, aparte de lograr un empalme eficiente con la administración saliente, conformar equipo, conectar con el ritmo del territorio gobernado, planificar el trabajo a desarrollar y tomar las riendas de la nueva administración, aparte de ello, repito, realmente es poco lo que puede mostrarse, como quiera que el Plan de Desarrollo, que traza la ruta para llevar a cabo el programa de gobierno, apenas está en proceso de aprobación.

En Manizales y Caldas, los mandatarios han hecho lo propio en sus primeros 100 días. El alcalde Jorge Eduardo Rojas ha generado hechos de impacto para la economía manizaleña, ha conectado proactivamente con el Concejo capitalino, ha corregido el camino de las maltrechas obras de infraestructura que encontró en ejecución y ha dado los primeros pasos para recuperar el civismo, el compromiso y las grandes obras para la ciudad. Por su parte, el gobernador Henry Gutiérrez, además de tomar las medidas para la buena marcha administrativa, ha trabajado concertada y juiciosamente en la elaboración del Plan de Desarrollo, del cual esperamos los caldenses que se traduzca en bienestar social, conectividad vial, seguridad y desarrollo económico.

Pero solo será hasta dentro de 1362 días, cuando gobernador y alcalde muestren las reales ejecutorias al término de sus gobiernos. Deberán concentrarse en resolver muchos retos, entre ellos Aerocafé, proyecto que, sí o sí, hay que sacar adelante, así sea necesario “copiar” (…o adaptar) la vaca de Antioquia, o acudir a la figura de una APP de iniciativa pública (la de iniciativa privada la veo complicada) o llenarse de imaginación y audacia para que el aeropuerto sea una realidad… o todas las anteriores. Buena suerte en sus propósitos.