Ayer como hoy las universidades con sede  en Caldas han contado con profesores de trascendentes cualidades.
Antiguamente con solo tener título profesional o técnico,  a veces sin diploma alguno, y  haber ejercido su profesión u oficio  con evidente demostración de las bondades humanas era suficiente  para llegar a la planta docente de una universidad caldense. Ahora se imponen los logros de magister o doctor para aspirar a un cargo docente.
Con vocación docente excelsa, el dueño iba superando paulatinamente todas las dificultades académicas, técnicas y humanas hasta convertirse en un verdadero  e indispensable profesor, Maestro. En Caldas, los  ejemplos son un orgullo para todos.
Muchos sin los modernos títulos con  comportamientos inmejorables en todos los aspectos, incluyendo  su relación con estudiantes, colegas, dependientes  y superiores, los han llevado a la natural  y justa consideración de Maestros.
En la antigua Facultad de Medicina de la Universidad de Caldas, hoy Escuela de Medicina aunque algunos no acepten esta denominación, hubo, y existen, profesores merecidamente insignes de reconocida  y elevada talla como personas con  condiciones excelsas académicas,  asistenciales, éticas y administrativas de diferente tenor. (1).
Entre los distinguidos docentes, un caldense: Nelson Gerardo Lenis Nicholls, nacido en Santuario en 1933, llegó a la Universidad de Caldas, procedente de la Universidad de Antoquia, su Alma Mater, en donde fue un reconocido líder. Egresó en postgrado de la reconocida Escuela de Salud Pública de Antioquia. Arribó para ejercer la docencia bajo la tutela del Departamento de Salud Pública, con las direcciones de Aldemar Gómez Aguirre y Silvio Gómez Arango.
Al lado de los insignes  Humberto Montoya Jaramillo, Mario Gartner Tobón, Octavio Grajales y Mario Atehortúa, crearon una unidad maravillosa y modelo internacional de prácticas universitarias en Villamaría, como fue el Distrito Universitario Integrado de Salud, DUIS, adscrito al Hospital San Antonio de Villamaría, sirviendo  a las Facultades de Medicina, Agronomía, Medicina Veterinaria y Economía del Hogar.
Siendo profesor se dedicó al área de la demografía y a los procesos de esta área del conocimiento. Por ello, fue vinculado por la Asociación Colombiana de Facultades y Escuelas de Medicina, Ascofame, para laborar en el Centro Latinoamericano de Demografía, Celade,  Costa Rica, desde donde ejerció sus labores para toda Centroamérica.
Al regreso, y continuando con Ascofame, organizó el Sistema de Planificación Familiar en el Caldas grande.
Posteriormente se especializó en Ginecología y Obstetricia, quizá por la impronta de sus trabajos anteriores, en la Universidad de Caldas. Su tema predilecto fue el cáncer de mama, lo que fue un acicate para estar en la Liga contra el Cáncer, hoy seccional Caldas, en donde fue un honroso Presidente, ayudando a conseguir la sede propia inicial en unión de Jorge Isaac García García, su fundador, y la participación esencial de Omar Yepes Alzate y Dilia Estrada de Gómez.
Nelson Lenis siguió con su ejercicio académico y profesional con la Universidad de Caldas. En un momento dado  se vinculó al taller del Maestro Oscar Naranjo debido a su larga querencia por la pintura.
Al morir el profesor Nelson Lenis, el pasado 3 de agosto, deja una huella especial por sus cualidades humanas que lo hacían receptor del aprecio de quienes lo rodeaban en todos los quehaceres de su vida.
Su figura física y su especial sonrisa eran la insignia de su presencia que luego era revalidada por los contenidos que expresaba. La dureza de los hechos era atenuada por sus maneras personales que, antes de rechazar, eran un polo de atracción y convergencia.
Su familia debe estar orgullosa del hombre, del académico, del administrador, y del sentido social de Nelson.
1. Textos y Estampas de la Medicina Caldense