Lamentablemente aún existe la sífilis, nombre derivado de la mitología griega por uno de los hijos de Níobe llamado Sipilo. En Colombia es endémica y en varias oportunidades se ha insistido en medidas preventivas para erradicarla; sin lograrlo a pesar de los esfuerzos hechos mediante múltiples estrategias que deben involucrar a toda la población sin excepción. 

Hay indicadores que demuestran la situación vergonzosa de la Salud Pública en el país. Uno de ellos es la sífilis tanto la gestacional, con 10.775 casos en el 2023, así como congénita con 1.627 casos en el mismo período. 

Otro indicador son los casos de muerte perinatal y neonatal. En el 2023 se informaron 6823 casos, de los cuales Caldas contribuyó con 81; 24 menos que en el 2022, lo que perece reconocimiento. 

La historia revela Girolamo Fracastoro, en 1530 escribió un poema sobre un pastorcito que murió por una enfermedad desconocida denominada Morbus Gallicus, que se había extendido desde la retirada del ejército francés de Nápoles.

Los franceses denominaban a la sífilis como enfermedad italiana y los italianos como mal francés. Existían otras denominaciones como alemán, polaco, español o turco. Por la fecha, se esgrimió la teoría colombina mediante la cual se argumentaba que Cristóbal Colón había llevado a su regreso la enfermedad a Europa, 1493. 

Actualmente esta teoría tiene muchos detractores entre ellos EH Hudson quien expresó en consideración a sus trabajos en Irak que la sífilis era el resultado de una variación de la bacteria Treponema pallidum, por mecanismos ambientales a partir de la existencia de un emparentado microorganismo: Treponema pertenue, reclasificada como Treponema pallidum subespecie pertenue, causa del pian en niños. 

Todo basado en la similitud del ADN de ambas bacterias. A pesar de la historia antiquísima de las lesiones solo fue en 1905 cuando se describió al Treponema pallidum. En 1906 August von Wasserman y otros, idearon la famosa prueba diagnóstica que llevó su nombre. Fue utilizada generalmente hasta la década de 1960, inclusive en Caldas. Hay que recordar el Profiláctico de Manizales, barrio El Carmen, centro asistencia para diagnóstico y terapia.

Entre las características del Treponema pallidum se encuentra su inmensa capacidad de supervivencia por fuera del ser humano, aunque sigue siendo y afortunadamente, altamente sensible a la penicilina. Son históricos los tratamientos con sales de bismuto y arsénico, lo mismo que el sometimiento al calor extremo, piroterapia, inducido por diferentes métodos, como el descrito por el Premio Nobel, 1927, Julius Wagner von Jauregg, al inducir paludismo.

En 1905, Fritz Shaudinn y Eric Hoffmann encontraron en una úlcera genital, chancro, una bacteria en forma de espiral a la que denominaron Spirocheta pallida, difícil de observar. De allí el nombre de pálida.

Ahora, en enero del 2024, llega un artículo que relata desde finales del siglo XV, cuando hubo una epidemia de sífilis, el desarrollo de las infecciones treponemas con los relatos europeos y americanos incluyendo México, sobre la evidencia del ADN en estas bacterias desde hace miles de años, 2000 en Brasil, pero no esclarecen su verdadero origen.               

Las investigaciones demuestran la capacidad adaptativa del treponema y su mecanismo de diseminación en el planeta.

La sífilis es una enfermedad que demuestra la evolución de las dolencias del ser humano; emergiendo como prototipo de que no hay nada finito en el conocimiento.

Cuando aparecen nuevos agentes de infecciones de transmisión sexual, la sífilis que simula cualquier otra lesión, va adquiriendo su verdadero sitio, lejos del terror que implicaba tenerla como sinónimo de maldad y terriblemente ser considerado un ser despreciable. 

Lo absurdo de ciertas tendencias amparadas en la ignorancia, inclusive en médicos,  el estudio sugiere que las enfermedades treponémicas se originaron 10.000 años antes de lo que se creía.