Síndrome es una palabra utilizada en medicina. El Diccionario de la Real Academia trae varias acepciones, siendo la primera la que define el mayor uso en la ciencia médica: Conjunto de síntomas (y signos) característicos de una enfermedad. También existe otro empleo:   Conjunto de fenómenos que caracterizan una situación determinada; en este sentido se expresa este artículo.
El alcornoque es un árbol que puede vivir hasta 250 años, su corteza provee el corcho, utilizado en la industria, comúnmente en la confección de tapones para botellas con bebidas especiales y como material aislante. Sus características físicas son: elasticidad, impermeabilidad y densidad que le permite flotar en todos los líquidos Desde el conocimiento de su existencia se ha expresado un dicho popular que indica: como corcho en remolino, para dar a entender que va de un lado para otro, de una manera incontrolable.
Así se sienten no pocos colombianos cuando se asoman a la problemática actual del país e identifican el manejo conceptual otras personas, directamente o, través de los medios de comunicación, masivos e invasivos.  
En una democracia, como la que pretende conservar el país, la oposición cumple una función fundamental porque tiene la obligación, si se considera la alternativa, de presentar a la sociedad otros caminos para entender y solucionar los problemas derivados de los sucesos.
Ni unanimidad, en cualquier sentido; ni dictadura en cualquiera de sus vertientes, es lo ideal porque la naturaleza humana indica otros comportamientos flexibles. Ello no obsta para que, en decisiones cerradas o en temas específicos se pretenda y se obtenga el beneplácito, en lo positivo o negativo, por parte de quienes deben opinar, definir y realizar. 
Se pretende que las personas tengan ideas y comportamientos definidos con raíces en su formación y experiencia, pero la realidad en la actual Colombia dista de tener una sociedad formada y organizada en valores de la verdad y la sindéresis. Bien por quienes están con el gobierno doctrinario y batallador; bien por quienes están en la oposición teórica y combativa; y quizá bien por quienes están en la línea del medio que no expresan nada, pero piensan. 
Lo que está mal son quienes se dejan manipular e inciden en los demás y así las muchas olas aparecen y van produciendo un fenómeno que puede parecer sorprendente pero que en el fondo es una falta de objetividad frente a los problemas. 
Aparece uno o varios, a veces millares, que tratan de hacer llegar sus propias verdades, con sinceridad o con alevosía o premeditación, para crear el caos con fines que no se compadecen con una sociedad pacífica, a pesar de la violencia incontenible, que no debe interpretarse como la base de la unanimidad.
El Síndrome del Alcornoque es una apropiada asignación para el padecer muchos colombianos cuando se encuentran en un estado de cuasi choque ante lo que ven, oyen y sienten contrapuesto a lo que quieren. Ello sucede paulatinamente o como un destello incandescente que los obnubila.  
Puede no tener antecedentes evidentes, pero  escrutando el subconsciente se hayan las causas de ese desasosiego que termina comprometiendo la visión de futuro, ya sea para él o para sus descendientes. Tan escabroso que le quita la paz interior y el sueño. Según la historia nada es nuevo.
La única terapia contra el síndrome es revisar todos los intereses en toda su dimensión, con la sinceridad como marco de referencia. Si ello no se da puede aparecer un problema crónico que poco a poco va minando su persona. 
¿Cómo parar el corcho? Evitando el remolino en donde todo solo parece. No se puede permanecer en la indiferencia o lo llegar a la catalepsia.