“Caldas ha demostrado con creces ser superior a muchos de sus gobernantes y esto es gracias al amor que tienen los ciudadanos por su región, que se traduce en acciones positivas”. Con esta frase de un recordado editorial de La Patria, quiero abrir el debate para entender qué tanto daño le han hecho personajes como Carlos Mario Marín a la imagen de Manizales y Caldas. Dicen que las ciudades son superiores a sus dirigentes, y quizás Manizales lo demuestra en cada indicador, en cada medición socio económica en la que continúa dando la batalla por pertenecer al selecto grupo de las ciudades colombianas posicionadas como modelo a seguir en diversos aspectos. Es por esto que, como ciudadana preocupada, pretendo hacer un balance de lo que va por buen camino, pero también de los retos y las oportunidades de mejora en diversos frentes, no solamente a manera de reflexión individual, sino también como crítica al daño efectuado por las administraciones de turno en los territorios.
Según el último estudio de empleabilidad realizado por el DANE, Manizales continúa siendo la ciudad con menor informalidad en Colombia, con un indicador del 32,7%. Este hecho es de resaltar, pues los esfuerzos en política pública no deben estar ligados únicamente al decrecimiento en la tasa del empleo, sino que estos esfuerzos también deben gestar el camino propicio para que ese empleo se dé en condiciones dignas para los menos favorecidos. Con respecto a los ocupados, el mismo estudio demostró que 5 mil 953 personas recuperaron sus empleos, cerrando el primer trimestre del presente año con una tasa de desempleo del 11,1%. Esta tasa representó una reducción de 0,6 puntos porcentuales frente al mismo periodo del 2022, cifra que demuestra que las cosas en materia de empleabilidad van por buen camino.
Si bien las cifras de formalidad laboral son alentadoras, la pobreza extrema no ha corrido con la misma suerte. Lo anterior se debe principalmente a la falta de acciones contundentes en este componente, pues la pobreza extrema no ha encontrado soluciones significativas desde el 2013, con un aproximado de cuatro mil personas con ingresos insuficientes para cubrir sus necesidades diarias. Aquí son urgentes los esfuerzos de la próxima administración para generar programas que promuevan la movilidad social en el sector educativo, y una política pública que fomente la inclusión, cuyo foco sea el de generar empleo de calidad y que promueva la inserción de las familias con mayor vulnerabilidad al mercado laboral.
La competitividad es otro aspecto en el cual se debe poner la lupa. Actualmente, Manizales es la ciudad que ocupa el sexto lugar en el Índice de Competitividad de Ciudades 2022, retrocediendo tres posiciones en esta medición durante la actual administración, pues en la versión del 2020, la ciudad ocupó el tercer lugar. Si bien Manizales es reconocida como ciudad competitiva, debe recuperar las acciones perdidas en este frente, con aspectos claros a mejorar como la infraestructura y el equipamiento, ubicándose en el puesto número 10 a nivel nacional en dichos pilares.
Manizales es una ciudad pujante y resiliente, que se ha caracterizado a través de su historia por ser un territorio modelo a nivel nacional en diversos indicadores económicos y sociales. No obstante, para nadie es un secreto que la ciudad ha perdido liderazgo a raíz de la actual administración de Carlos Mario Marín, por lo que la ciudadanía pide a gritos que la próxima administración se encargue de recuperar lo que se ha perdido. El propósito de exponer las cifras de empleabilidad como la realidad positiva, es el de contrastarlas con los demás aspectos que no van bien, frentes en los que el alcalde actual había generado tantas expectativas. Según el último informe de percepción ciudadana realizado por Manizales Cómo Vamos, tan solo el 51% de las personas encuestadas sienten que las cosas van por buen camino en Manizales, cuando en el 2022 esta cifra era del 80%, y el 74% de los manizaleños se sienten orgullosos de su ciudad, mientras que en el 2021 esta cifra representaba el 96%. Juzguen ustedes mismos. Abro el debate.