Valiosa esta fraseo de Churchill: “si lo intentas puedes fracasar, si no lo intentas ya fracasaste”. 
Mejor aún, no hay que hablar de fracasos sino de oportunidades ocultas para crecer. 
El día que más te arriesgas es cuando no arriesgas nada, y te dejas dominar por los miedos y las dudas. 
Decide afianzar tu confianza y recuerda que la constancia hace maravillas. 
Hay situaciones complicadas que debes aceptar y otras que puedes cambiar. Pide luz al Padre para diferenciarlas. 
 Lo que debes aceptar se hace llevadero si lo asumes con amor y con alegría. Ese es el camino. 
Lo que puedes transformar pide dedicación. Y así, paso a paso, recoges frutos donde sólo había aridez. 
Lo grande es la suma de pequeñas cosas. Avanzas poco a poco si sabes arriesgarte y perseverar. 
@gonzalogallog