¡Y llegó el 25! Sin duda una de las fechas más importantes del año no solo para el cristianismo, sino para la sociedad en general. Nació el niño Dios, llegaron los regalos, no a todos por supuesto, y la novena entra en un nuevo receso hasta el próximo año. En torno al pesebre, idea que se atribuye a San Francisco de Asís, se realizó la famosa “Novena de Aguinaldos” que suele incorporarse en cartillas que se distribuyen con las facturas de servicios públicos y que obsequian en los centros comerciales y puntos de pago de grandes almacenes. Pero los créditos por el autor del pesebre no son los mismos que los del autor del clásico novenario.
En el mes de diciembre de 1987 el Instituto Caro y Cuervo publicó un curioso y pequeño libro que cabe completamente en la palma de la mano y viene empotrado en una cajita de color verde, tipo edición de lujo y que contiene la edición facsimilar de la primera “Novena para el aguinaldo” hecha en Colombia y realizada en la Imprenta Patriótica de Bogotá en 1807. El clásico documento, aunque de dominio público no es de autor anónimo. Su autoría es del también franciscano Fray Fernando de Jesús Larrea, nacido en Quito en el año 1700 y que llegó a Popayán en 1739 donde fundó el Colegio de Misiones. Pero por lo que más se le recuerda es por la fundación y construcción de la emblemática Iglesia de San Francisco en la ciudad de Cali, realizada entre los años 1757 y 1764 y que
contiene el convento de San Joaquín y la capilla de la Inmaculada.
Fray Fernando de Jesús Larrea vivió y murió en el convento que él mismo construyó hace exactamente 250 años (3 de noviembre de 1773). La idea original del Fraile se preserva en algunos pasajes como la oración para todos los días (“Benignísimo Dios de infinita caridad”) y las oraciones a la Virgen y a San José. Cuenta el pequeño texto del Instituto Caro y Cuervo, que las dos primeras consideraciones de la novena son de Fray Fernando de Jesús, pero las demás las tomó de la obra la “Mística Ciudad de Dios” de la hermana clarisa María de Jesús de Agreda (1602-1665). La consideración de cada día contenía una oración que ya no se usa, lo mismo que las tradicionales “jornadas” que eran oraciones que se hacían antes de los gozos o “afectos o aspiraciones” y que contenían el movimiento de María y José dentro del pesebre hasta el nacimiento, según la tradición franciscana.
De niño recuerdo que mi madre, sin que nos diéramos cuenta, movía a María y a José cada día de la novena hasta que llegaban al establo; de la misma manera algunas personas acostumbran a colocar el niño recién nacido en el pesebre sólo hasta la medianoche del 24. Estos son algunos rezagos de las ya desaparecidas “jornadas”. La novena sufrió algunas modificaciones de la religiosa y escritora bogotana Madre María Ignacia (Bertilda Samper Acosta), hija de la también escritora Soledad Acosta y del político José María Samper. Todas las novenas que se imprimen deberían llevar de manera breve los créditos literarios de Fray Fernando de Jesús y de la Madre Maria Ignacia.
Coletilla: Mirá ve, si viajar a Cali la próxima Navidad y estás de desparche, echate un borondo y visitás la Iglesia y el convento de Fray Fernando de Jesús, es bien áspero. Llevá los aguinaldos en una chuspa, pasála bien vojabés como son por allá y feliz Navidad. Nospi.