La experiencia al utilizar la nueva herramienta de Inteligencia artificial Chat GPT-3 me hizo recordar mi niñez: en 1994 un vecino tenía una computadora con la primera enciclopedia digital «Encarta». Él me invitó a conocerla y a navegar en ella. Era impresionante, sólo había que buscar un tema y esta enciclopedia mostraba información relevante sobre la materia consultada con fotos, audios y videos. Un viaje impresionante de apertura de imaginación. Algo similar me está sucediendo con Chat GPT-3 de Open AI.
Usar esta herramienta me ha abierto un universo de posibilidades que impulsan mi creatividad. Es importante mencionar que la inteligencia artificial lleva varios años con nosotros, los algoritmos para recomendarte una película en Netflix, una canción en Spotify o una publicidad en Facebook hacen parte del uso de esta herramienta. En las últimas semanas el Chat GPT se ha convertido en mi asistente personal. Consulto sobre temas como construir un presupuesto, ideas de negocios, recetas culinarias o pautas para escribir una carta de recomendación; sin embargo, la herramienta tiene capacidades más sofisticadas, tales como crear algoritmos para una tarea puntual.
El chatbot está diseñado para responder con texto y un lenguaje similar al de un ser humano. Este asistente personal puede responder preguntas, o incluso redactar escritos, utilizando como fuentes textos, documentos, páginas web, entre otras. Las respuestas se logran utilizando herramientas de deep learning y machine learning, lo que hace que cada día se vaya perfeccionando, enriqueciendo sus resultados. Este mes se lanzó la versión GPT-4 la cual es aun más precisa y avanzada que la versión actual.
Varias compañías están en esta carrera para atraer usuarios, Microsoft y Google entre ellas.
La IA definitivamente será fundamental para el mundo de los negocios, y quienes la adopten de manera temprana tendrán grandes réditos en el corto plazo.
Leí que algunas empresas han prohibido el uso de la herramienta, lo cual me parece inconveniente. Considero que se deben implementar políticas y prácticas para utilizar esta tecnología en tareas repetitivas, con el fin de que los empleados utilicen el tiempo en actividades de mayor valor.
Dentro de las rutinas personales y en el mundo de los negocios, propongo iniciar con algunos experimentos en la adopción de esta nueva herramienta:
1. Crear un presupuesto para una cena empresarial o un presupuesto para el hogar.
2. Construir un plan nutricional personalizado, incluyendo una rutina de ejercicios.
3. Desarrollar actividades de mercadeo digital, como por ejemplo construir un algoritmo que ayude a enviar un correo electrónico automáticamente a las personas que le dan «me
gusta» a tu post en redes sociales.
4. Crear ejemplos de cartas personalizadas a clientes con información de compras o reportes técnicos y enviarlas de manera automática.
5. Crear ideas sobre la agenda con el equipo de trabajo, para posteriormente construir un plan de acción y un resumen de la reunión.
6. Construir reportes financieros con tablas y gráficas fáciles de entender.
7. Buscar información de las tendencias del mercado.
La lista es de nunca acabar, lo importante es utilizar esta tecnología y aprender sobre ella, convertirse en un «early adopter» y sacarle el mayor provecho. Es una herramienta que se encuentra en una etapa inicial de construcción y aún no sabemos dónde va a terminar su aplicabilidad. También ha tenido muchos interrogantes con respecto al uso de los datos de los usuarios, los derechos de autor y la veracidad de la información. Sin embargo, es una bola de nieve y su futuro dependerá del manejo que le den los individuos y las organizaciones, por lo que mi invitación es a utilizar los chatbot de manera ética y responsable.