Después de 14 meses de discusión, se hundió en el Congreso el proyecto de la reforma a la salud. Como es costumbre, el presidente salió a criticar a los congresistas, acusándolos entre otras, de ser pagados por las EPS, manifestando además que estas aseguradoras  no tenían viabilidad económica  toda vez que sus indicadores financieros no cumplían con la norma. La verdad es que el Gobierno las ahorcó económicamente y nunca estuvo  interesado en hacer ninguna  concertación con el texto del proyecto de reforma.  
Es muy posible que el Gobierno esté cavando su propia tumba.  Tiene bajo su control la salud de 25 millones de usuarios.  Nombró interventor de la EPS Sanitas a una persona poco preparada y sin mayor experiencia para manejar una entidad del tamaño de esta aseguradora. Es como si hubiera nombrado al recoge bolas del estadio, como director técnico de un equipo profesional de fútbol.  
La mayoría de los funcionarios actuales del Ministerio de Salud, empezando por el mismo ministro, no tienen el conocimiento y las capacidades requeridas para atender el momento actual. En el recorrido como funcionario público, el presidente ha mostrado que es  malo para planear y sobre todo para  ejecutar.  Es más lo que habla que lo que hace.  La reforma a la salud la está implementando vía decretos administrativos, sin saber cuánto va a costar y sin tener claro, de donde va a sacar la plata cuando no le alcance. 
Son muchos los frentes en los que está trabajando el presidente, además de la paz total y de los proyectos que está impulsando en el Congreso, ahora su gran apuesta es sacar adelante la Asamblea Nacional Constituyente. El primer paso será definir si la va a tramitar vía Congreso de la República, o se va a ir por un decreto presidencial.  Para la primera opción los tiempos no le dan y para la segunda es muy improbable que la Corte Constitucional se la valide. No se ve muy clara la posibilidad de que esta salga adelante, pero con Petro cualquier cosa puede llegar a suceder.    
La campaña de la constituyente requerirá un fuerte apoyo popular, por lo que tendrá que tener mucho cuidado en el manejo que le dé a la salud, especialmente de las EPS que están bajo su control.  Procurando que no se disparen las PQR, que los usuarios se sientan mejor atendidos que como estaban. Que la citas con los médicos y los suministros de los medicamentos no se vean afectados y sobre todo que no se disparen las tutelas.  
Lo más importante es que no se incrementen los muertos por el mal servicio y evitar que se presenten hechos de corrupción por el mal manejo de los recursos.  La cifra que maneja el sistema es muy alta. Bien dice el exministro Alejando Gaviria: las reformas a la salud nunca ponen gobiernos, pero pueden tumbarlos. 
Los colombianos estamos muy asustados.  Pasamos de la noche a la mañana de tener un sistema que, si bien tenía sus dificultades y que merecía ser revisado, sentimos que no se justificaba ese cambio tan radical. Así el Gobierno esté enviando mensajes de tranquilidad y compromisos de estar pendiente y controlando la prestación del servicio, el temor y la angustia entre la población es muy alta.  No se puede olvidar que en épocas del Seguro Social la atención era muy mala, con un alto nivel de corrupción y solo se prestaba el servicio al 25% de la población. 
En cuanto a Manizales y Caldas, la angustia que estamos viviendo requiere conformar urgentemente, por parte de la Alcaldía y de la Gobernación, una mesa institucional, de la que hagan parte tanto el sector privado como el público,  en la que se evalúe la prestación del servicio y los riesgos a los que nos podemos ver expuestos.  Hay clínicas a las que las EPS intervenidas le están debiendo unas cifras muy altas y hay otras que tienen temores con el futuro que se avecina. Sin querer ser fatalista puede que lleguemos a enfrentarnos a una crisis de sanidad superior a la que vivimos en pandemia.

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Con respecto a la obsesión del presidente de la paz total, cada día está más enredada. Las mesas de negociación no avanzan.  Los ceses al fuego han servido para que los grupos al margen de la ley se fortalezcan y aumenten su presencia en los municipios e inclusive para la creación de nuevos frentes de combate. Cada día es mayor el temor de los colombianos  por el comportamiento y las acciones de la guerrilla y la permisividad del Gobierno.   Lo que también le puede  afectar al presidente en su campaña electoral para su constituyente.