En el país, hay numerosas empresas públicas que en algún momento fueron modelos por su gestión y servicio. Sin embargo,  debido principalmente a su mal manejo, muchas de estas han terminado intervenidas por los entes de control, vendidas o cerradas. Las Empresas Públicas de Medellín (EPM) son un referente a nivel nacional e internacional. Suministran agua potable, distribuyen el gas domiciliario, recogen la basura, limpian la ciudad, suministran el 30% de la energía que se consume en el país y en general realizan otras muchas actividades que contribuyen al mejoramiento de las condiciones de vida de los pobladores del Valle del Aburrá, de Antioquia y del país. Además, ha sido una gran generadora de recursos para Medellín.
Lamentablemente desde antes de Quintero, tuvo problemas por las actuaciones de los alcaldes de esa ciudad. No son pocos los que la han usado como caja menor. Los problemas de Hidroituango y las malas actuaciones de Quintero, que incluyeron una supuesta rebaja en las tarifas de energía, terminó afectándola financiera y administrativamente. Se dice que las decisiones politiqueras del exalcalde le dejaron un hueco a EPM de 5 billones de pesos. Ahora le toca a Fico establecer un plan de choque para recuperarla.
La joya de la corona de nuestro departamento es la Industria Licorera de Caldas. Empresa que le ha transferido en los últimos tiempos a la Gobernación recursos anuales aproximados a los 40 mil millones de pesos. Lamentablemente también a lo largo de su historia ha sido víctima de malos manejos. En el caso de Manizales las empresas más importantes son Infimanizales y Aguas de Manizales. Sin lugar a dudas es de alto riesgo para el buen manejo de las finanzas y para la prestación de los servicios públicos de los municipios, la discrecionalidad que tienen los alcaldes y los gobernadores de nombrar a los gerentes y juntas directivas de las instituciones públicas.
Para evitar excesos de los alcaldes y/o gobernadores y riesgos a futuro, sería muy oportuno, con la reciente posesión de los mandatarios, que analizaran la posibilidad de establecer unos protocolos para el nombramiento de los directivos de las entidades públicas. De tal manera que se pueda garantizar que los funcionarios que nombren tengan una amplia experiencia y conocimiento de las actividades que realizan las empresas. Lo que sin lugar a dudas generaría confianza y tranquilidad a la comunidad; se evitarían riesgos de pérdidas económicas e intervenciones de las empresas por los entes de control y vigilancia y lo más importante, podría garantizar la permanencia de estas empresas en el tiempo y su buen servicio.
Los protocolos que se deben establecer, además de ser un “código de buen gobierno”, deben ser ampliamente debatidos y analizados, contemplar requisitos claros y debidamente blindados con el fin de que las modificaciones que se requieran hacer en el futuro, no sean fáciles realizarlas.
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Como sucede con el “sofá de la casa”, el puente de Vizcaya no tiene la culpa de los suicidios que se están presentando en esta zona. Poner barreras protectoras no impide que se sigan teniendo el alto número de suicidios. Lo que se requiere urgentemente es establecer campañas para la atención de la salud mental de la población.
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La Casa de Nariño informa que el presidente no dio la orden para que se incumpliera con los pagos para celebrar los juegos Panamericanos en Barranquilla. Será creerle. Esta es una clara muestra de la baja capacidad de gestión del Gobierno nacional y de la falta de coordinación que hay entre los ministerios y la Presidencia.
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Ante el sablazo de Federico Gutiérrez en su posesión como alcalde, donde le pidió al presidente que no castigue a Medellín y Antioquia, Petro contesta que en un Gobierno progresista no está contemplada la palabra castigo. Será creerle.