La responsabilidad social empresarial tiene muchas posibilidades de concretarse. Una de ellas es a través de las fundaciones que las empresas financian con parte de sus exce- dentes, y este es el caso de la Fundación Luker, que ha tenido en los últimos meses altos reconocimientos. Primero fue un premio internacional por su aporte a la educación: el premio WISE, de la Fundación Qatar, considerado por algunos como el Nobel de la Educación. Y esta semana el diario El Colombiano le dio el premio Colombiano Ejemplar. Y no es para menos. La Fundación se la ha jugado claramente por enfrentar los problemas sociales y económicos de nuestra región. ¿Cuál ha sido el toque mágico de su estrategia? Las alianzas que aportan cofinanciaciones muy importantes que se convierten en multiplicadores de sus aportes. Bien lo señalan en su misión: “Generar desarrollo económico y social, mediante trabajo en alianzas nacionales y/o internacionales, con proyectos transformadores y de alto impacto en educación y emprendimiento, que empoderen individuos, instituciones y comunidades”.

Los esfuerzos realizados en el campo de la educación y del emprendimiento tienen una amplia historia en la fundación. El de educación, muy centrado en la promoción del desarrollo de competencias sociales y emocionales, por medio de la implementación de pedagogías activas en colegios oficiales. Que es la manera más contundente para impactar el desarrollo futuro, por la capacitación de las nuevas generaciones. La educación es el mejor ascensor para la movilidad social.

En el campo del emprendimiento con el nombre de Manizales Más constituyeron una alianza para el desarrollo integral del ecosistema de emprendimiento de Manizales, generando condiciones necesarias para crear y crecer empresas desde la convicción de que el conocimiento más la acción, transforman el modelo económico. En el año 2019, último reporte que tienen en la web, generaron casi 200 empleos directos, dinamizando inversiones por casi 5.000 millones de pesos, y empréstitos por 1.800 millones. Generando así verdaderos círculos virtuosos.

Finalmente, en otros proyectos que realizan en distintos frentes del campo social, gracias a las alianzas logran multiplicar la inversión con las cofinanciaciones. Para el año 2019, con 1.800 millones, lograron impactos de 5.600 millones, con más de 1.500 beneficiarios. Estos datos para colocar de relieve las positivas repercusiones de sus proyectos.

Esta Fundación debería ser ejemplo para otras grandes empresas de la ciudad, para que asuman con mayor responsabilidad la herida de nuestra sociedad. Implicarse en la solución, convertirse en catalizadores de procesos virtuosos que ofrezcan nuevas posibilidades para las nuevas generaciones. El estallido social del país pos-pandemia puso delante de todos los dolores de tantas personas, las exclusiones de muchas personas, las negaciones de derechos fundamentales de muchas personas. Son muchos rostros sufrientes. Son muchas caras de niños y niñas sin oportunidades. Frente a ello, debemos todos buscar una manera más eficiente de manejo de los recursos públicos, pero también es un llamado a las empresas, que además de generar empleo, también tengan una implicación en las soluciones concretas de los grandes problemas sociales. Casa Luker así lo ha comprendido y nos da ejemplo con la Fundación Luker.