El regreso a la vida pública del gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, avizora un panorama alentador y despejado y aporta además a la unidad regional con departamentos como Caldas. Su regreso es fundamental dados los efectos de la covid-19 y la urgente necesidad de liderazgos.
Le ratifico nuestro apoyo y el firme propósito de trabajar en iniciativas comunes, reconocerle además su autoridad moral y social, la empatía empresarial y gubernamental, el servicio a los otros y la solidaridad.
Recibo con beneplácito el reinicio de sus actividades y sé muy bien que como administrador de negocios, formado en el mundo empresarial, aprendió de su hermano Guillermo Gaviria, víctima de la violencia, el deber ser de la función pública y la responsabilidad social, lo que ha aplicado como alcalde de Medellín y como gobernador de Antioquia, en dos oportunidades.
Su regreso como mandatario seccional, nos alegra y nos reconforta, es muy importante para su familia, en especial para su esposa, Claudia Márquez Cadavid, y sus hijos Emiliana, Guillermo, Adela e Ismael, igual para los antioqueños y caldenses. Que esté con nosotros, mantiene la esperanza y el poder trabajar en un futuro mejor. 
Siempre le he admirado el saber gerenciar, la visión sistémica que tiene de lo público, el llegarle fácil a los ciudadanos, el reconocer los contextos, la sintonía con la realidad y su humildad. El plan de gobierno de Antioquia coincide en varios de sus planteamientos con el proyecto social que ofrecí a los caldenses.
En los planes de desarrollo, Antioquia, Unidos por la Vida y Caldas, Unidos es Posible, hay proyectos de infraestructura vial, ferroviaria, marítima y aeroportuaria, que apuntan a una mayor conectividad nacional en aras a un avance económico y comercial.
Acciones que bien pueden ser conjuntas, para superar los infortunios de la pandemia; con una gran resiliencia y una agenda común institucional, que lleven el progreso a poblaciones del oriente, occidente y norte de Caldas, y del sur, este y oeste de Antioquia.
En materia vial lograr la conexión física de las localidades, integrar las redes de carreteras departamentales y terciarias, emprendimiento de infraestructura, además de apoyar los proyectos viales nacionales que se ejecutan actualmente.
En nuestros diálogos coincidimos en el imperativo de la conectividad virtual, del acceso al sistema educativo, de la formación técnica y tecnológica, de aportar al sector productivo agrícola e industrial y generar empleo. Consolidar la paz, impulsar los proyectos de las víctimas y de los excombatientes, trabajar sin divisiones, ni polarización.
Doctor Aníbal, los argumentos anteriores evidencian la necesidad de integrar la Región Administrativa de Planificación, RAP, Antioquia y Caldas, las condiciones están dadas para crearla, en aras del progreso y como usted lo argumenta; con la E de la equidad, de la educación, del empleo y de los espacios individuales y colectivos, aunando esfuerzos, capacidades, recursos y voluntades.
Estrategias en las que podemos trabajar, a través de los planes de desarrollo, iniciativas conjuntas que impactarán 23 municipios colindantes, 250 mil habitantes, cerca de 400 kilómetros de frontera, que hoy gracias a obras como las de Pacifico III, generan una mayor conectividad entre el suroeste antioqueño y el norte, centro y occidente caldense
Esa cercanía geográfica, económica, social y cultural, de poblaciones de Caldas y Antioquia, generada desde el siglo XIX y que contribuyó a que los efectos de la ausencia de Estado y de la violencia no fueran mayores; no se puede perder, hay que consolidarla.
Gobernador, qué grato que esté con nosotros, sé que tengo mucho que aprenderle. Con la premisa de mirar el futuro de Antioquia y Caldas, aquí estamos dispuestos a aportar, gracias por su amistad, por aconsejarme y por estar siempre presente !bienvenido!