En la actualidad es frecuente escuchar los términos calentamiento global y cambio climático, pero, alguna vez se han preguntado ¿por qué? ¿Qué significan estos conceptos? ¿Qué hace que sean temas tan relevantes e interesantes? 
El calentamiento global se refiere al aumento de la temperatura promedio de la tierra. La principal causa de este son las emisiones desmesuradas de gases de efecto invernadero (GEI), generadas principalmente por actividades humanas. Por ejemplo, el Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático comenta que estas emisiones son generadas por procesos de producción de energía (25%), agricultura y ganadería (24%), industria (21%), transporte (22%) e incorrecta gestión de residuos (8%). Por otro lado, el cambio climático se define como las diversas alteraciones presentes en el comportamiento normal del clima y en una zona determinada, como olas de calor y lluvias extremas, por mencionar dos ejemplos. 
De acuerdo a las Naciones Unidas, desde el año 1880 hasta el 2012 ha aumentado la temperatura global promedio de 0,85°C; aunque puede parecer insignificante, representa grandes retos para todo el planeta. La NASA ha informado que 18 de los 19 años más calurosos de la historia se han sentido desde el 2001. Igualmente, la Organización Meteorológica Mundial ha anunciado que el mes de julio de 2019 ha sido el más caluroso de la historia. En este contexto, para entender mejor las repercusiones de este aumento podríamos comparar el planeta con el cuerpo humano. La temperatura promedio de un adulto es de 37°C; en caso de que aumente 1°C, una persona siente fiebre y si aumenta 2°C, se pueden generar daños irreparables en el sistema nervioso central. Para la tierra, un aumento “pequeño” como 0,85°C para el 2012 y un aumento estimado entre 1,5°C a 2°C para el año 2050 en el planeta, puede significar un riesgo catastrófico para todos los seres vivos.
El cambio climático afecta también otras áreas de desarrollo. Según el Foro Económico Mundial, este fenómeno ha afectado la disponibilidad del agua, eficiencia laboral, rendimientos del sector agrícola, salud pública y crecimiento económico. Actualmente se buscan diferentes soluciones cuya finalidad es la disminución de las emisiones de GEI. Por lo tanto, el cambio climático debería interesarnos a todos.
Finalmente, diferentes instituciones de orden mundial y local se encuentran trabajando por la mitigación y adaptación al cambio climático. De estos esfuerzos, se resalta la formalización del Acuerdo de París, la Política Nacional de Cambio Climático en Colombia y el Plan Integral de Gestión del Cambio Climático que se está desarrollando en Manizales. A pesar de estos esfuerzos políticos e institucionales, es necesario resaltar que la responsabilidad no recae únicamente en los agentes públicos, sino que también recae en nosotros, en cada ciudadano que quiera generar el cambio y se encuentre dispuesto a trabajar, de manera responsable, por preservar la humanidad y conservar el medio ambiente. El trabajo de cada persona puede iniciar desde el cambio de sus hábitos alimenticios, la responsabilidad en la separación y aprovechamiento de residuos, el uso de energías renovables, la disminución en el consumo de combustibles fósiles o el ahorro energético. Estos cambios contribuyen también a disminuir la emisión de los GEI y sus repercusiones.