El paso del tiempo le va otorgando al ser humano nuevas dimensiones. Son pocos, pero maravillosos, los nuevos hallazgos anatómicos. Esencialmente, en este campo, el futuro no está asegurado pero puede ser transferido a hipótesis que se irán confirmando o desechando.
Sin embargo, los estudios sobre el comportamiento de las personas tiene cada vez más descubrimientos y ello es lógico cuando se piensa en el entorno variable del ser humano a través de los milenios, acentuado en las últimas centurias.
Un tema relacionado con las ciencias de la conducta, que les compete a todos los miembros de la sociedad humana, es la exigencia de sus derechos frente a sí mismo, a los demás congéneres, a otros seres vivos, a las instituciones y al medio ambiente inerte.
En cualquier sitio en donde exista al menos una persona mentalmente competente, no tiene que ser instruida, piensa en los derechos y actúa en consecuencia. En la medida en que aparecen junto a él otros seres semejantes, los comportamientos simples se convierten en complejos, ya no solo para un individuo sino para todos sin llegar a perder la individualidad.
La expresión: Derechos humanos, en términos sencillos, atiende a necesidades esenciales de quienes viven y llegan hasta la muerte.
No puede creerse que los derechos de las personas fueron esgrimidos en tiempos modernos, aunque la Organización de las Naciones Unidas, ONU, los promulgó en 1948. Se cree que El Cilindro de Ciro, 539 a.C, que contiene una declaración del rey persa Ciro el Grande, es un documento ligado a los derechos humanos y traducido hace apenas 50 años.
A innumerables personajes con sus acciones documentadas, les han atribuido valores constructivos en la secuencia histórica de los derechos.
Por ahora, hay que reconocerles a la Revolución Francesa y al prócer Antonio Nariño, los importantes antecedentes de los modernos derechos humanos para los colombianos, que hoy deben ser iguales a los denominados Universales.
En general, habrá que preguntar: ¿Cuántos derechos humanos conoce? ¿Cuáles de ellos posee efectivamente? Lo ideal sería que los conociera y disfrutara de todos. A los consignados en la Carta inicial se han adicionado otros en temas específicos como los políticos y otros para territorios determinados como Europa y África.
La ONU, con su declaración, ha buscado libertad, justicia y paz. La enunciación de estas tres metas deja entre los colombianos una enorme tristeza por lo que no se ha conseguido.
Al expresar textualmente el primer derecho: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”, hay que pensar en que tanto se cumple para todos los colombianos y la respuesta implica una gran deuda. Una profunda brecha a pesar de todas las promesas y luchas.
Los siguientes derechos: “Todas las personas son iguales sea cual sea el origen, etnia, color, sexo, idioma, religión, opinión política o cualquier otra condición. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a su seguridad personal. Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”. Retorna la inquietud sobre lo que acontece con los colombianos.
Las respuestas pueden ser políticas o de otro contexto, pero existe la certeza de que no todo se cumple ni para todos ni en todas partes del territorio colombiano. El abatimiento prima. 
Hay que hacer un ejercicio mental sincero sobre el conocimiento de los demás derechos que cree tener y si éstos le han sido vulnerados o es consciente que a otros les sucede igual.
Nota: Manizales, Ciudad Universitaria por excelencia.