Desde hace varios días los habitantes del Eje Cafetero venimos observando como la Contraloría General de la República advierte de un posible detrimento patrimonial por cerca de 218 mil millones de pesos en la concesión Autopistas del Café. Entre los hallazgos encontrados se habla de inconsistencias en el modelo financiero, obras ejecutadas por fuera de los términos establecidos, entrega de recursos excedentarios a la concesión, etc.
Por su parte, la Agencia Nacional de infraestructura ANI, realizó una evaluación del modelo financiero de la concesión Autopistas del Café S.A., en la que se advierte que la citada sociedad obtuvo el retorno pactado en noviembre de 2013. Ante dicha situación, la ANI instauró el pasado mes de mayo, una demanda arbitral en contra de la concesión Autopistas del Café, donde reclama cerca de 307 mil millones de pesos por cuenta de desplazamientos de inversión y otros faltantes en que presuntamente incurrió el concesionario.
En concreto, y según la ANI, los dineros recaudados por la concesión desde el año 2013 pertenecen a la región y deben reintegrarse al Estado a fin de ser invertidos en obras para los departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío.
Según el contrato vigente, la concesión iría hasta el año 2026, a pesar de que conforme a los estudios de la ANI y de la misma Contraloría, desde 2013 se cumplió la tasa interna de retorno a favor de la sociedad. Como quien dice, serían cerca de 13 años en los que la sociedad recaudará miles de millones de pesos que genuinamente pertenecen a la región.
Si del estudio juicioso de una banca de inversión, la ANI advierte un desfase de de 13 años en el plazo de la concesión, es fácil concluir que se cometieron actos irregulares en el modelo financiero, sobre todo en una modificación contractual llevada a cabo en el 2005 y donde se cambiaron las condiciones iniciales del proyecto. La misma Contraloría General indicó que las adiciones realizadas al contrato de concesión superaron el 50% del valor estipulado, lo que supone una clara violación de la Ley 80 de 1993. Así las cosas, es fácil concluir que no solo estamos ante la presencia de faltas disciplinarias y fiscales, sino que algunos hechos podrían constituirse en conductas penales que esperamos sean profundamente investigas por las autoridades competentes.
Ya es hora de que los habitantes del Eje unamos fuerzas para exigir de la concesión Autopistas del Café la devolución no solo de la autopista, sino de los recursos que tienen en su poder y que urgen para ser invertidos en múltiples obras que desde hace años reclama a gritos el Eje Cafetero.
De mi parte radiqué ante la plenaria de la Cámara de Representantes, la proposición para llevar a cabo un debate de control político a la concesión Autopistas del Café S.A., donde se cite a la ANI, Invías y el ministro de Transporte, con la asistencia del contralor y el procurador general de la nación. Espero que este debate despeje múltiples dudas y ponga en blanco y negro la situación actual de la concesión y de los graves hallazgos que se han advertido.