Hay una planta llamada flor de Orfeo con la sorprendente capacidad de volver aparentemente a la vida después de muerta.
Es lo que se llama una “planta resurrección”. En todo el mundo hay unas 300 plantas con esa admirable capacidad.
La mayoría tienen una distribución tropical y subtropical, y sus hojas soportan temperaturas por debajo de cero.
De modo asombroso incluso soportan la formación de hielo en su interior, sin sufrir lesiones irreversibles.
Son escasas las plantas capaces de enfrentarse exitosamente tanto a las bajas temperaturas como a la desecación.
¿Cuál es pues su secreto? Secarse, congelarse, y no morir en el intento. Básicamente, la planta evita las lesiones celulares.
Refuerza sus membranas para evitar los daños estructurales y oxidativos. Pero la protección no solo debe actuar a nivel celular.
Las hojas al deshidratarse se plegan y siguen un patrón bien definido y ordenado de forma similar a como se da el cierre de un paraguas. Maravillas de la Creación divina.
@gonzalogallog
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