Fanny Bernal Orozco * liberia53@hotmail.com
Cuando se habla de la niñez en Colombia se escuchan una serie de discursos que dan cuenta de palabras exaltadas en cuanto a lo moral, más no en lo real. Aquí los menores y adolescentes son noticia diaria, pero no porque se les respeten sus Derechos, sino porque cada día hay más maltrato e indiferencia. Es más, desde antes de nacer ya empiezan a ser olvidados.
Para Unicef (2001), el concepto de desarrollo del niño en la primera infancia, conlleva un enfoque integral de las políticas y los programas desde el nacimiento hasta los ocho años de edad, que recae en padres y madres y quienes los cuidan.
El propósito de las políticas y programas de desarrollo del niño en la primera infancia, es proteger sus derechos para que puedan crecer cabalmente los potenciales cognoscitivos, emocionales, sociales y físicos.
Sin embargo, es una paradoja todo lo relacionado con la niñez, puesto que las palabras y los discursos usados, pueden llegar a ser bellos y hasta conmovedores, sin embargo, conmueve mucho más la realidad por lo dolorosa e indignante. El desconocimiento de los derechos, la falta de garantías y de voluntad para hacer realidad lo que está escrito y descrito, generan incertidumbre y vergüenza.
Muchos niños nacen sin ser deseados, es más, a veces son un estorbo, y por lo mismo, están condenados a vivir toda clase de abandonos: emocionales, físicos, sociales, educativos, económicos, de salud. Es decir que los menores, van por el mundo sin dolientes, sin cuidadores, lo que los lleva a conocer todas las formas de maltrato, desamor e indiferencia.
Los niños desde muy temprana edad, están expuestos al abuso sexual, los conflictos familiares, el maltrato, asesinatos, prostitución, consumo de sustancias psicoactivas, alcohol, abandono. Esta es una realidad ante la cual, se encuentran en completa indefensión.
-Y ante esta triste realidad, ¿qué hace el estado?. Destina miles de millones de pesos para alimentación (PAE). Pero ya ha sido bastante documentado por los medios, qué clase de nutrición reciben los niños en los centros educativos: comida vencida, frutas y hortalizas descompuestas, carne de caballo.
En cuanto a la educación en sí, esta les es negada a muchos niños en numerosas regiones del país, al igual que la virtualidad y el mismo estado, que tiene el deber de proteger, mira para otro lado; mientras los dineros que se supone son para solucionar estas falencias, desaparecen en los bolsillos de los mismos de siempre, quienes jamás son investigados, aunque sea celebre la frase del nuestro mandatario: ‘el que la hace la paga’.
Triste paradoja de la niñez en Colombia.
* Psicóloga - Docente titular de la Universidad de Manizales.
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