Llamó la atención la alusión del papa Francisco el domingo pasado 6 de junio al hablar de “alejarnos del modelo colonizador” que desde una mentalidad invasiva y hasta abusiva de posesión como era el pensamiento de tiempos pasados, llegó a matanzas colectivas, torturas incisivas, desprecios a los habitantes de las regiones descubiertas.
Lo dijo el papa al descubrirse antiguas fosas comunes en las regiones del Canadá llamando a dejar atrás épocas infortunadas que respaldaban la violencia en nombre de la posesión de tierras descubiertas e invadidas que llegaron a espantosos abusos; aún en nuestra patria podemos encontrar vestigios en la era colonizadora.
Resalto esto ya que el 9 de junio del año 1537 el papa Paulo III publicó una bula en la cual declaraba que los indígenas de las tierras conquistadas no debían seguir siendo esclavos, ya que se les consideraba como seres de segunda rama, llamados a estar sujetos como condenados si no acataban las leyes reales de aquellos tiempos.
Es verdad que se vivía en un ambiente de poderosos y vencidos, de ganadores y perdedores, de mandatarios absolutos y esclavos que eran despojados por aquellas injustas sentencias, de la libertad, la tierra, los bienes y la cultura propia.
Aún arrastramos vestigios de esa colonial mentalidad de nefastos resultados y de una época que veía como normal esa vivencia; pero también es cierto que vamos superando esas horribles noches frutos de orgullos, poderíos casi siempre bélicos que dejaban huellas de odios, venganzas y dolor.
Estamos en momentos de sacudida de esa mentalidad; lo vamos logrando si bien con dificultades de comprensiones históricas, de enfrentamientos dolidos, de violencias continuadas.
Ojalá llegáramos a lo que Gandhi, Mandela y otros pensadores y trabajadores por mejores países tenían en cuenta: “vamos a conservar lo bueno que hemos engendrado y que ya poseemos, vamos a quitar lo que frena, daña y gangrena nuestro avance y vamos a adquirir en unidad y gozo lo que aún no tenemos”.
Me acuerdo de lo que el profeta Isaías anota a Israel: “Ensancha tu tienda, recibe a los que vienen” para poder construir una raza nueva, fuerte, fraterna y unida. No tengamos puños cerrados sino manos abiertas y bocas en diálogo.
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