El final de la primera década del siglo XXI parecía traer vientos de renovación en la política caldense. Por ese entonces al yepobarquismo le aplicaban los santos óleos porque al conservador Ómar Yepes Alzate lo investigaban por el caso de unos lotes en la Dirección Nacional de Estupefacientes - DNE, al liberal Luis Guillermo Giraldo Hurtado lo detenían por el delito de fraude procesal y su compinche Víctor Renán Barco fallecía en su casa en momentos en que la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia le ponía la lupa encima por sus vínculos con el paramilitar Ramiro ‘Cuco’ Vanoy Murillo.
Se sentía que el final de tres viejos zorros de la política regional que se hicieron tristemente célebres en el país por el Gran robo a Caldas. Un polémico caso investigado en 1981 por el entonces procurador general de la Nación, Carlos Jiménez Gómez, por hechos previamente denunciados por periodistas y algunos ciudadanos preocupados. Además, no valía la pena seguir divulgando información de estos momios porque en el panorama regional aparecían nuevos casos de corrupción.
Los medios locales estaban concentrados en el nuevo robo a Caldas, también orquestado desde la Industria Licorera de Caldas - ILC. Entre el 2007 y el 2011 usé este espacio en más de una ocasión para hacer público lo que se gestaba durante la gerencia de Carlos Arturo Fehó Moncada y cómo favoreció a la firma Sultana del Valle para la distribución de los productos de la ILC a cambio de jugosas coimas. Un hecho que también salpicó al entonces gobernador de Caldas, Mario Aristizábal Muñoz, quien finalmente terminó destituido del cargo e inhabilitado para ocupar cargos públicos por 13 años, pero por la compra irregular de vehículos por más de mil millones de pesos.
Fueron tiempos muy movidos, de muchas acusaciones y muchos nombres. Tantos que se necesita una memoria prodigiosa para poder recordarlos a todos. Además, los peces gordos estaban cayendo por lo que algunos creímos que las estructuras del pillaje al erario huirían y cesarían sus actividades por miedo a ser capturados. Grave error.
En el proceso que terminó condenando a Fehó Moncada por los delitos de interés indebido en celebración de contratos y falsedad ideológica en documento público, también se mencionó a Francisco López Franco (a quien llamaban el “Hombre del maletín”) y a José Octavio Cardona León. El primero es el gerente del Hotel Varuna y el segundo… pues qué decir. Cardona León fue subgerente administrativo en la ILC, de donde saltó al Concejo de Manizales y es allí cuando la Fiscalía lo investiga por el delito de concusión. Tras ser absuelto ganó las elecciones a la Alcaldía de Manizales y hoy es representante a la Cámara por el partido Liberal, aupado por su amigo desde los tiempos de la ILC, el senador Mario Alberto Castaño Pérez.
Castaño Pérez, el cerebro de Las Marionetas, era, para el 2007, un nombre más en el entramado del nuevo Gran Robo a Caldas. Un actor secundario que gracias a sus conocimientos en contaduría llegó a ser coordinador de costos, jefe de la oficina financiera, gerente financiero y comercial de la ILC. Es, como él mismo le dijo a La Silla Vacía, “una de las personas del país que más sabe del monopolio de licores. He trabajado con el comercio de licores, es lo que a mí me gusta y sé hacer” y así amasó un gran poder económico que lo llevó al Senado de la República. Y desde su corrupta curul habría obtenido hasta $500 mil millones a través de contratos amañados, cobro de favores y coimas en monopolios departamentales para producir licores. O sea, de lo que más sabe.
El editor de Cuestión Pública, Camilo Vallejo Giraldo, se preguntó esta semana “¿Qué será que tenemos que nos repetimos?” (El robo a Caldas, https://bit.ly/3wuKYbt). Tenemos memoria selectiva. Somos pusilánimes. Alguien involucrado, al menos mencionado, en un entramado de corrupción no debió llegar a donde está. Le debimos haber cerrado las puertas a sus negocios, pero “poderoso caballero es Don dinero” y ahí tenemos a 33 detenidos, once alcaldías investigadas y a la Gobernación de Caldas salpicada. Mientras esto se da, Yepes Alzate es el jefe del partido Conservador en Colombia, Giraldo Hurtado ha dicho que le gustaría ser gobernador de Caldas y los herederos de Barco están en el Congreso. Nada cambia.
A través de la firma encuestadora Cifras y Conceptos - que anualmente hace un sondeo entre empresarios, líderes de opinión y dirigentes políticos - me enteré que por mucho tiempo fui votado como el columnista más influyente de la región. ¡Vaya influencia! Años hablando de lo mismo (corrupción política, denuncias de abuso del poder público) y mencionando a las mismas personas (desde el yepobarquismo a Las Marionetas) para que nada cambie. ¿Será que quienes leen este espacio no les importa lo que sucede en el departamento? ¿Están untados? Tal vez temen que al asomarse pongan en riesgo el andamiaje en el que están parapetados.
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