Petro sueña
Señor director:

No va a ser John Reed, sino el director de la película Petro (trailer o documental sobre la vida y detalles inéditos del presidente Gustavo Petro), Sean Mattison, el que quizás plasme el relato. No van a ser los Soviets (obreros, soldados y campesinos), sino los beneficiados de la paz total (Eln, disidencias de las Farc -Emc, Segunda Marquetalia-, Clan del Golfo, Autodefensas de la Sierra, etc), las primeras líneas, las guardias indígenas, las guardias cimarronas, los obreros, los campesinos, los estudiantes y los soldados y policías rebeldes al alto mando -hay allí grupos clandestinos organizados-.
Como los cacaos de los grandes grupos económicos y los medios siempre han estado enseñados a amamantarse de los gobiernos a través de más de 200 años de latrocinios de la oligarquía vendepatria liberal conservadora, pues ahora están tranquilos porque siguen amamantados del engaño de la oligarquía pseudo revolucionaria mamerto castrochavista. Por eso no les preocupa, no ven ni oyen nada y nada los alerta. ¿Dónde está la bolita? ¡Qué constituyente, ni qué poder constituyente ni qué ocho cuartos! Petro sabe que nada de eso se puede. Ni por el Congreso, ni por la Corte Constitucional.
Sepa Colombia que viene el caos. La única salida que tiene Petro a su ineptitud, corrupción, desafueros de su familia y desgreño administrativo es la incitación a la incertidumbre y al caos. Sabe que sobrepasó los topes electorales, que están las pruebas, que el juicio político es inminente y que por más solidaridad de su bancada en la Cámara, ante la opinión pública ya está defenestrado. Estemos atentos. Los llamados de Petro a la movilización popular son de vieja data.
Petro sueña con que a las protestas de los estudiantes de la Universidad Nacional por la elección del rector se le sumen otras más de universidades públicas y privadas del país, que prosiga el envalentonamiento persistente de las disidencias de las Farc en el Cauca y que se replique en otras regiones, que de allí salten los otros focos que tienen dispuestos y preparados (nuevas marchas indígenas y no solamente las del CRIC, sino de todo el país). Ah, y lo más importante. Que la población, municipio por municipio, empieza a constituirse multitudinariamente en cabildos abiertos y eso sí que asusta. ¡Cuidadito con dejarnos provocar!
Eso quiere él. Que la derecha hirsuta cometa los excesos y remedos del paramilitarismo de la era Uribe. Qué paradoja. Los paramilitares hoy están aliados con Petro. Hay un remanente en Colombia que clama a Dios para que se trunque el propósito de Petro. A sabiendas de que a Petro le resbalan las marchas de protesta contra su mal Gobierno y sus nefastas reformas, de que con él la mayoría de los 16 miembros de la Comisión Legal de Investigación y Acusaciones de la Cámara de Representantes e igualmente en su plenaria, dilatarán el juicio político, no nos queda sino marchar y marchar, hasta que finalmente le demos siete vueltas al Palacio de Nariño, con el estribillo de ¡Fuera Petro! Petro sabe que por sus exabruptos puede correr el mismo destino de Pedro Castillo, pero prosigue con sus santeros en el plan de dar un golpe de Estado en Colombia.
Jorge Enrique Cubillos Caicedo, magíster en Estudios Políticos

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