La solidaridad no existe
 Señor director:

 Es decepcionante que un país que ha sido catalogado como uno de los más afables, sea ahora el protagonista de actos tan repugnantes. 
No es secreto para nadie que los inmigrantes venezolanos han sido duramente juzgados por la población colombiana, a pesar de que no todos ellos son delincuentes a los que haya que castigar con juicios de valor que rozan actos xenófobos y por ende indignantes por parte de las personas que lo hacen.
Aun así, a uno de estos cuya labor se basaba en salir a diario a vender pulseras con su hijo, un niño que no superaría los 10 años de edad, fue separado de este último por el ICBF.
En vista de la situación precaria de la población venezolana, no sería de extrañar que el niño tuviera que pasar por ciertas carencias, con lo cual Bienestar Familiar se veía en obligación de actuar; sin embargo, no es realmente justo y mucho menos lógico que un niño que sufre de abusos de diferente tipo por parte de sus padres sea retirado de la custodia de estos, mientras que un hombre que hace lo que puede para darle al suyo un plato de comida tenga que verse bajo el mismo castigo y con los mismos criterios. Es allí, con esas personas, donde debe verse reflejada la supuesta solidaridad que tenemos con los demás, en esa situación es donde el gobierno debe dar sus supuestas ayudas y quizá, es el momento en que el ICBF debería replantearse si realmente actuaron de la mejor manera, no bajo los estándares legales, sino bajo la moral y la razón que deberían primar por encima de todo.
Sea como sea, considerando que esto es solo un mínimo entre la cantidad de cosas que los venezolanos están obligados a sufrir en nuestro país, a pesar de la ya conocida situación en Venezuela, es inevitable que surja la pregunta de ¿cómo se supone que vamos a progresar, si en nuestra posición preferimos pisotear a los que están “por debajo nuestro” antes que mostrar el más mínimo rastro de empatía por el prójimo? sin importar cuál sea la respuesta, no hemos fallado como país, sino como seres con calidad humana.
Atentamente.
Mauricio Villada Cardona.


Área metropolitana
 Señor director: 

 Desde hace años se viene promoviendo este proyecto para la región centro-sur del departamento de Caldas, y se quiere que el municipio de Neira haga parte del área. Desde el punto de vista económico incluir a Neira parece razonable, no así a la luz del aspecto geográfico. Desde el río (o arroyo, ¡ay dolor!) Guacaica hasta el Arma, y “desde el cañón por donde corre atormentado el Cauca hasta las altas cumbres de la Cordillera Central” se presenta la región natural del Norte de Caldas, y Neira pertenece geográficamente a esa región natural.
 Lo que se debe hacer es constituir el área metropolitana sin Neira, y establecer el área nortecaldense con Godorra (Neira York o simplemente la amable Neira), capital del “corcho”.
Atentamente,
Ciudadano

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