Ayudas impertinentes

Qué bueno tener amigos que saquen la cara por uno cuando tengamos líos con la justicia o nos veamos inmiscuidos en algún problema que pudiera ser resuelto con la palanca de un HONORABLE SENADOR  o de alguien con poder institucional.   

Sorprende que un Honorable Senador  quien posiblemente de buena fe, con buenas intenciones o prepotencia, interviene para defender al señor Gobernador GUIDO ECHEVERRY PIEDRAHÍTA, a quien se está investigando su legalidad para ejercer el cargo.

“ Los miembros de cuerpos colegiados de elección directa representan al pueblo, y deberán actuar consultando la justicia y el bien común.

El elegido es responsable ante la sociedad y frente a sus electores del cumplimiento de sus obligaciones propias de su investidura” Art. 133, C.P.

Es cierto que muchas personas andan con el poder en las manos para esgrimir su gran capacidad para contrarrestar el proceder de organismos con plena jurisdicción e investidura legal para actuar, pero no es ético, ni elegante hacerlo en razón de la imparcial y transparencia de la cual deben estar rodeadas las decisiones que acorde a la Constitución y la ley deban fallar como ejemplo de pulcritud y rectitud  quienes desempeñen funciones judiciales y son competentes para producir dichos efectos.

No es un argumento convincente decir que muchos otros congresistas han intervenido para interferir el normal discurrir de las etapas de un proceso judicial, eso es cierto, pero

el mal ejemplo no puede servir para imitarlo, ni mucho menos para usarlo como herramienta de defensa .Sería reafirmar en todas sus partes el muy conocido y repetido dicho con impronta de sabiduría : “MAL DE MUCHOS, CONSUELO DE POCOS”.

Es difícil, creer que a estos célebres personajes que son de profesión políticos, con sus elocuentes e inoportunas intervenciones, lo hagan en virtud de una actitud meramente filantrópica sin que implícitamente se aniden intereses particulares claramente definidos como un acto partidista. No se da puntada sin dedal.  

No es necesario recurrir a una lógica muy aguzada para inferir que el poder, es para poder y ayudarle a quien tiene el poder para que no pierda el poder.

El Dr. Guido, no necesita abogados aparte del que ya tiene, que debe ser un jurisconsulto de mucho prestigio y reconocimiento profesional.

“ZAPATERO A TU ZAPATO", es otro aforismo que se repite a diario y que su significado no metafórico, ni intelectual, nos traslada explícitamente  a circunscribirnos a lo nuestro, a lo  que sabemos para no entrar en campos que no nos corresponde.

No le queda bien a un congresista estar haciendo defensas de oficio solamente por tener la capacidad para hacerlo, ya que la ley, es la ley y para eso están los jueces quienes deben emitir sentencias no contaminadas y lejos de presiones que pongan en juego la dignidad de su conciencia y credibilidad profesional. Estas acciones manifiestas, son las que dejan estelas de duda en la conciencia ciudadana ahondando el escepticismo en la aplicación de lo que llamamos JUSTICIA. ¿ Qué tal que el Sr. Gobernador resulte absuelto ? ¿ Qué se puede inferir ? Y, si no ? Para eso existen los dilemas.

¿Qué tal que las influencias sean factores que inciden en  las decisiones judiciales favoreciendo a unos y perjudicando a otros?

¿Qué pasaría con quienes no tenemos padrinos que nos arropen con la capa del poder?     

No se ve bien que influencias políticas ingresen al campo de la justicia para tratar de presionar decisiones judiciales. La neutralidad, es una actitud más consecuente y más nítida para un personaje público que debe desempeñarse con transparencia y sin partidismos, ni sectarismos .Será que es válido aquello de que : ¿EL PODER, ES PARA PODER?

Esperemos que sea el CONSEJO DE ESTADO, el organismo competente con independencia  y con la sabiduría jurìdica que le debe asistir, falle con imparcialidad. Y,

que quienes fueron elegidos por elección  directa, “actúen consultando la justicia y el bien común".  

Repasando las funciones del CONGRESO, que son explicitas en nuestra CARTA MAGNA,  se deducen las implícitas para Senadores y Representantes y en ninguna de ellas se expresa que puedan inmiscuirse en las facultades de otras autoridades.

De paso, al señor Alcalde Supìa que acompaña a nuestro Senador, también  debe reprochársele su comportamiento, más cuando su concepción política es diferente a la tradicional y por algo se debe diferenciar como gobernante y ciudadano.

¿Para qué las INHABILIDADES E INCOMPATIBILIDADES , si la politiquería puede entrar con todo su poder para sesgar presuntamente las decisiones en derecho y en justicia?     

Como decía un viejo refrán :  “POR ESO ESTAMOS COMO ESTAMOS".

Que buena lección aprendimos en nuestra vieja escuela :

“Pollo pelón, estate quieto en tu rincón, pollo peletas, donde no te llamen, no te metas"