Uribe se rehusó, de nuevo, a entregar las pruebas

Por tercera vez, el expresidente y senador electo, Álvaro Uribe Vélez, se negó a entregarle a la Fiscalía General de la Nación las pruebas que dice tener acerca de la presunta entrada de dineros del narcotráfico a la primera campaña a la presidencia de Juan Manuel Santos, en el 2010.
Escasos 10 minutos le bastaron al expresidente Uribe para reunirse con el vicefiscal General de la Nación, Jorge Fernando Perdomo, a quien le informó que solo le entregará las referidas pruebas a la Procuraduría General de la Nación.
"He acudido a la Fiscalía y por falta de garantías no juré, guardé silencio sobre la información sobre la cual soy receptor… información seria, verificable y muy grave para los intereses del país", expresó el exmandatario, quien aseguró nuevamente que las presentará solo al Ministerio Público.
Dijo, además, que aunque tiene derechos y deberes como ciudadano, también se ha sentido acosado por la Fiscalía General por la acusación mediática sobre el delito de fraude procesal.
"Me apena este espectáculo ante la ciudadanía, pero así como tengo obligaciones de expresidente, también tengo derechos de ciudadano; afectados por filtraciones de la Fiscalía, acusación mediática del delito de fraude procesal por parte del señor fiscal, rechazos en el trámite de recusación y orden ilegal del Presidente Santos al fiscal para que me someta a este acoso", enfatizó.
El ente acusador requería a Uribe para que explicara en declaración juramentada, en calidad de testigo y no de investigado, sus denuncias del 8 y 9 de mayo pasados, cuando dijo textualmente en su cuenta en twitter: “Que la Fiscalía investigue si la campaña del presidente Santos de 2010, por allá en 2011, pagó saldos con dineros que habría aportado J.J. Rendón provenientes de ese tema de los aportes del narco”.

Presuntas amenazas
Fuentes cercanas a la Fiscalía General de la Nación confirmaron que fue redoblado el esquema de seguridad del fiscal general, Eduardo Montealegre, y del vicefiscal, Jorge Fernando Perdomo, por presuntas amenazas.
Aunque no se tiene establecido el número de personas que ahora hacen parte de la seguridad de los altos mandos de la Fiscalía, se sabe que ya hay advertencias para que se tomen de manera anticipada esas medidas.
Lo que se ha podido establecer es que estas amenazas podrían tener relación con los procesos que se adelantan en los despachos de los jefes del ente investigador y no se descarta que sean por los que han asumido en las últimas semanas y que se relacionan con el hacker Andrés Fernando Sepúlveda.