COLPRENSA | LA PATRIA
Divididas están las opiniones en el país tras la instrucción del presidente Juan Manuel Santos, de llamar a consultas al embajador de Colombia en Venezuela y convocar una reunión extraordinaria de cancilleres de Unasur, para visibilizar la crisis humanitaria en la frontera.
Aunque muchos apoyaron la decisión del gobierno, otros cuestionaron que sea Unasur, en cabeza del expresidente Ernesto Samper, el organismo multilateral al que se elevará la protesta frente al vecino país.
Una de estas voces vino del Partido Conservador, bancada que consideró que era una medida que debía tomarse desde que Nicolás Maduro anunció el cierre de la frontera, ante los atropellos de un “régimen dictatorial”.
“Todos hemos visto que Unasur está del lado de los intereses venezolanos, que su secretario general, de manera vergonzosa, siendo expresidente colombiano, simplemente haya hecho eco a las mentiras y atropellos que adelanta el régimen de Maduro”, manifestó David Barguil, director de la colectividad.
Incluso sectores de la Unidad Nacional y de otras bancadas apoyaron la idea de que Colombia se retire de este organismo.
Por su parte, el senador y copresidente del Partido de la U, Roy Barreras, pidió unión a los partidos de la oposición para expresar unidad nacional y apoyo al jefe de Estado en medio de la crisis con Venezuela.
“Todos los colombianos debemos apoyar a nuestro presidente en su llamado al embajador. No es fácil tratar al populista irresponsable de Maduro. El presidente Santos sabe lo que hace. Comunidad internacional ayuda. Pueblo hermano de Venezuela no creerá en esta cortina de humo”, trinó el senador.
También la representante a la Cámara de la Alianza Verde, Angélica Lozano, resaltó que se han seguido los canales diplomáticos y que “Unasur afrontará una prueba de fuego” con el llamado de urgencia de Santos.
Una posición similar tuvo el senador Mauricio Lizcano, quien además de llamar a la unión a los colombianos, pide que se interpongan demandas como Estado a organismos internacionales.
Más radical fue el senador liberal Horacio Serpa, quien respaldó la llamada al embajador ante el “abuso de la gentileza colombiana” por parte de Maduro, pero advirtió lo siguiente: “¿Rompimiento de Relaciones Diplomáticas con Venezuela? Hay un dicho en Santander: cuando toca, toca”, sugirió.
Como era de esperarse el Centro Democrático no estuvo satisfecho con la decisión del gobierno. Aunque el jefe natural de la bancada, el expresidente Álvaro Uribe, aún no se pronuncia sobre el tema, su colega Alfredo Rangel aseguró que “es poco y tarde” llamar al embajador.
“Debería haber exigido intervención de Corte Interamericana de Derechos Humanos, reunión de emergencia de OEA, acción de ONU”, manifestó el congresista.
¿Afestará el proceso de paz?
Ante la crisis por las decisiones unilaterales de Nicolás Maduro, sectores sociales se han pronunciado por los 'tropiezos' que podrían llegar a la mesa, a propósito del rol que cumple Venezuela como país acompañante.
Al respecto Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos – Cerac, podría afectarse eventualmente la participación del vecino país, pero no el ritmo de la negociación.
“Podría retirarse Venezuela como un país acompañante o incluso reducir la capacidad de su papel, pero esto no afectaría porque la contribución de ese país es marginal en los diálogos. Chile en cambio ha incrementado su contribución”, manifestó Restrepo.
¿Será suficiente Unasur?
Lo que quedó claro es que, por lo menos para la opinión pública, el discurso de Santos frente a la crisis cobró mayor firmeza sin violar las vías diplomáticas; fuerza que para muchos estuvo ausente al término de la cumbre de cancilleres de Colombia y Venezuela este miércoles en Cartagena.
El propio Presidente, al anunciar la medida, admitió que “esa reunión de las dos cancilleres fue una reunión sin ningún resultado”, pues mientras Colombia admitió que hay problemas con el fenómeno del contrabando, Venezuela insistió en que el cierre fue provocado por el aumento del paramilitarismo.
Sobre esta reunión Ronald Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, consideró que más que soluciones, el encuentro marcó el inicio de un diálogo de dos estados que deben solucionar un problema que va más allá de la coyuntura.
“No es simplemente lo que ocurre hoy, hay problemas complejos de seguridad, de cómo se controlarán los actores armados de manera conjunta. Lo lamentable es la agresividad de la postura de Venezuela y la pasividad del gobierno colombiano frente a eso”, señaló el analista.
Finalmente, el experto asegura que para una reapertura de las fronteras, tendrá que primar el diálogo bilateral, pues históricamente ha sido negativa la participación de organismos internacionales en las discusiones. Así las cosas, el papel de Unasur serviría para debatir, pero no para tomar acciones concretas en la crisis con Venezuela.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015