Los gestos de paz de las Farc

Aunque los dos primeros años del actual proceso de negociación del gobierno con las FARC fueron muy pocos los pasos que daba la guerrilla para mostrar su voluntad de terminar el conflicto armado, hoy cuando está cerca de firmarse los acuerdos finales, son más evidentes esos gestos.

Este miércoles, precisamente, la negociadora guerrillera Victoria Sandino hizo público un nuevo compromiso para mostrar la voluntad de paz: no volver a reclutar a sus filas a menores de edad de 18 años.

La determinación era esperada desde hace un año, porque el 15 de febrero de 2015 informaron que renunciaban a tener como militantes a jóvenes menores de 16 años, e incluso dijeron que los que se encontraban en ese momento los iban a dejar que se retiraran. Esto último sin embargo no se cumplió.

Pero este tan sólo es uno de esos gestos que el país le reclamaba a la guerrilla que mostrara para ver si realmente querían terminar una negociación y no que pasara lo de ocasione anteriores, como por ejemplo en el Caguán durante el Gobierno de Andrés Pastrana.

Uno de los primeros gestos de las FARC fue el dejar en libertad a los secuestrados, tanto los militares como los civiles que estaban en su poder. Incluso así se vio en momentos en que por la acción del enfrentamiento militar con el Ejército llegaron a secuestrar uniformados.

Un ejemplo concreto fue en noviembre de 2014 cuando dejaron en libertad al general Rubén Darío Alzate, la abogada Gloria Urrego y el suboficial José Rodríguez, a quienes retuvieron en la zona del río Atrato, en el Chocó.

El principal paso que las FARC han dado desde el comienzo de la negociación de querer la paz son las reiteradas treguas unilaterales, incluso en la actualidad la mantienen, lo que ha llevado a que los finales de los años 2102, 2013 y 2014 declararan el cese de actividades militares y también lo hicieron para las elecciones presidenciales de 2014.

Se consideró, igualmente, un gesto más de paz de las FARC la solicitud de perdón a comunidades a las que ha afectado por su accionar militar, como la de Bojayá, Chocó.

El acuerdo de desminado conjunto al que llegó con el Gobierno desde el primer semestre de 2015 se le considera otro gesto de paz, por cuanto esa labor se comenzó a realizar en la vereda de El Orejón en Briceño, Antioquia, la más afectada por ese flagelo en el país.

Lo mismo se debe indicar sobre el acuerdo para dar con el lugar en donde están los desaparecidos, este tema fue concertado en la mesa de negociación y fue de los últimos pactados en 2015.