Pablo Cuartas, coordinador del departamento de Ciencias Políticas y Jurídicas de la Universidad Autónoma de Manizales (UAM).

Foto | LA PATRIA

Pablo Cuartas, coordinador del departamento de Ciencias Políticas y Jurídicas de la Universidad Autónoma de Manizales (UAM).

Autor

Pablo Cuartas, coordinador del departamento de Ciencias Políticas y Jurídicas de la Universidad Autónoma de Manizales (UAM), habló este jueves con LA PATRIA Radio sobre el hundimiento de la reforma a la salud en el Congreso y la intervención administrativa de las EPS Sanitas y Nueva EPS. Esto dijo:

¿Cuál es su análisis del hundimiento de la reforma a la salud y la intervención del Gobierno a las EPS de Sanitas y Nueva EPS?

Son dos procesos distintos, pero conectados. Uno es el camino legislativo que los presidentes tienen a disposición y es tratar de tramitar las reformas en el Congreso. Sin embargo, lo que pasó ayer es que el camino se cerró por mayorías. Esto no quiere decir que queda archivado definitivamente, sino que el Gobierno debe esperar un año para volverlo a presentar.

Por otro lado, está el camino político que tiene sus propias dinámicas. Una de las herramientas es la intervención, un mecanismo contemplado en la ley. No es la primera vez que se hace y es que la Superintendencia de Salud designa a un superintendente encargado que pasa a ser las veces de gerente de las EPS. 

¿El interventor puede ser cualquier persona que denomine el Gobierno Nacional?

En el caso de los nombrados para Sanitas y la Nueva EPS ya han sido ambos interventores. El Gobierno tiene la facultad de designar y no hay un proceso democrático. Es una decisión directa. 

¿No deberían ser personas con experiencia suficiente en manejo de recursos para no afectar el servicio?

Uno no puede ser ingenuo. Si hablamos de un mecanismo político más que legislativo quiere decir que es alguien alineado con los intereses del Gobierno y eso prima sobre la experticia profesional. Las personas están ahí, más que por su experiencia, por guardar afinidad política con el Gobierno. 

Esta figura en principio no debería afectar la prestación del servicio, Esto es importante para tranquilizar a los afiliados: casi 6 millones de Sanitas y casi 11 millones de la Nueva EPS. Es una figura que se aplica sobre el manejo administrativo, pero no sobre la atención del paciente o de la prestación del servicio de salud. En principio son dos cosas distintas, una cosa es el manejo financiero de la entidad y otra su obligación de prestar el servicio de salud. 

El gran bache que encontraron en el Congreso es que la reforma tenía muchísimos faltantes en temas financieros, administrativos y técnicos. usted como politólogo cree que pasar de una propuesta de reforma que tenían esas ausencias a quererla aplicar vía decretos es nocivo para el país? ¿Cuál es su lectura política?

No olvidemos que esta es la piedra angular de los programas del Gobierno del Cambio que priorizó esta reforma. Esta reforma se convirtió en un clivaje entre el Gobierno en su interior, produjo un remezón ministerial en el que salió, entre otros, el ministro de Hacienda. También una separación con los partidos y con el Gobierno. Esto le ha costado al Gobierno tres crisis, una interna, una con los partidos y contra con el Congreso, es decir, la mayorías legislativas. Esto explica en buena medida que se haya cerrado el camino legislativo que en mi opinión era el mejor. 

Escuche la entrevista completa aquí: