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EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ

La economía colombiana cerró 2023 con un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,6%, la mitad del 1,2% pronosticado por organismos internacionales y otras entidades financieras, informó ayer el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).

El PIB sufrió una caída pronunciada en su crecimiento, pues venía de situarse en el 7,3 % en 2022, y se quedó muy lejos del 1,2% de crecimiento pronosticado para 2023 por el Banco Mundial o 'think-tanks' como el BBVA Research o el 1,4% previsto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

"La tasa de crecimiento más amplia que tuvimos la tuvimos en enero y luego tuvimos en negativo cinco meses del año y muy cerca a cero diciembre y julio", explicó la directora del DANE, Piedad Urdinola.

Las Actividades financieras y de seguros, con el 7,9%, y las Actividades artísticas, de entretenimiento y las actividades de hogares, con el 7%, fueron los dos sectores que más crecieron, mientras que la construcción (-4,2%) y la industria manufacturera (-3,5%) los que más bajaron.

Además, el gasto en consumo final creció un 1,1%, mientras que las importaciones crecieron un 14,7% y las exportaciones aumentaron un 3,1%.

 

Cuarto trimestre

En el cuarto trimestre, el PIB creció un 0,2% respecto al mismo trimestre de 2022, y apenas un 0,04% respecto al trimestre anterior (julio-septiembre de 2023).

Las actividades económicas que más contribuyeron a este pequeño crecimiento trimestral fueron las Actividades financieras y de seguros que crecieron creció un 4,7%, seguidas de la Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca que aumentaron un 2,7% respecto al trimestre anterior.

 

Reacciones

Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo
Colombia escapó por poco una recesión, pero no la estanflación: estancamiento del crecimiento (0,6%) con alta inflación (9,28%). La certidumbre en las reglas de juego, la prudencia fiscal y la eficiente ejecución del presupuesto serán claves para salir de este muy mal equilibrio.

Bruce Mac Master, presidente de la Andi
Esto pone en evidencia, una vez más, la necesidad de ejecutar de manera urgente una estrategia de crecimiento económico que incluya, no solo iniciativas en el corto plazo, sino también propuestas para el mediano y largo plazo. Para ello, será necesaria una política monetaria más flexible, de modo que la tasa de interés permita un aumento en la demanda y, a su vez, un mayor crecimiento.

Es claro que propiciar un ambiente de certidumbre y confianza para la inversión se debe convertir en una prioridad, involucrando a todos los actores del mundo productivo.