La nueva legislatura arranca el próximo 20 de julio.

Foto | Freepik | LA PATRIA

La nueva legislatura arranca el próximo 20 de julio.

Autor

EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ

Las reformas de la salud y las pensiones, dos de las banderas del presidente, Gustavo Petro, seguirán en debate en el próximo curso legislativo, pero el primer ciclo parlamentario del Gobierno del cambio cerró este martes con el hundimiento de otra de sus grandes apuestas: la reforma laboral.

El decreto firmado por el ministro de Interior, Luis Fernando Velasco, dejó a debate dos proyectos de ley -uno que determina el número de diputados en Asambleas Departamentales y otro para modificar el presupuesto general- en las sesiones extras que se darán del 22 al 24 de junio.

Por tanto, el Gobierno optó por aplazar para el próximo curso, que comienza el 20 de julio, sus grandes reformas y tendrá que volver a radicar la laboral, que esperan que esta vez cuente con ajustes y nuevos acuerdos con los sectores para un mejor trámite parlamentario.

Valoración legislativa

El Gobierno de Petro comenzó con un apoyo en el Congreso tras lograr acuerdos con otros partidos como el Liberal, Conservador o La U que le otorgaban una mayoría que le permitió aprobar fácilmente su primer gran reforma: la tributaria, sin embargo, perdió el apoyo por desavenencias.

Un informe publicado por la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) sobre este primer año legislativo muestra que el Gobierno presentó o apoyó 37 proyectos de ley, de los cuales 10 no se aprobaron, 11 sí, 5 se quemaron y quedan por debatir 3 grandes.

Entre las aprobaciones, además de la reforma tributaria, está la ratificación del Acuerdo de Escazú; la creación del Ministerio de Igualdad (que aún no ha echado a andar) y la que permite negociar con grupos armados, la llamada Ley de la Paz Total.

Pero al Gobierno se le cayeron su reforma política, la ley de sometimiento a la justicia para bandas criminales y el proyecto de regularización del uso recreativo del cannabis.

Pares cree que Petro busca "negociar al menudeo el Congreso" sin modificar las reformas mientras presiona desde las calles con marchas como las convocadas en los últimos meses y que podría llevar al Pacto Histórico a perder las elecciones de octubre.

Otro escenario es volver a la negociación con partidos tradicionales y moderar las reformas, o renunciar a las reformas y concentrarse en las elecciones locales, aunque parece improbable de un autodenominado Gobierno popular del cambio.