Marlon Alexánder Rozo lleva montado en una carreta más de 15 años. En ella, todos los días, se dedica a la recolección de residuos, un trabajo que le ha dado el sustento y según él, muchas satisfacciones personales. Siente nostalgia porque en pocos días ya no podrá circular con su carro tirado por un caballo por las calles de la capital. La nueva etapa, para él y los demás carreteros de la ciudad, está cargada de incertidumbre.
Rozo es el líder de los carreteros de la localidad de Ciudad Bolívar (en el sur de la capital) y está entre los 16 representantes del gremio ante el distrito en este proceso de sustitución de vehículos de tracción animal. Según el último censo de la Secretaría de Movilidad, 2.900 carreteros –entre ellos, Rozo– tendrán que modificar su andar a cambio de tres opciones que les ofrece la administración distrital.
Esta cifra incluye los vehículos de tracción animal y las carretillas que son jaladas o empujadas directamente por personas. Todos están obligados a reemplazar su actual labor.
Las opciones
La primera opción es que reciban un vehículo automotor con especificaciones de peso y volumen que no dificulten su movilidad, por valor aproximado de 21 millones de pesos. Rozo, en su condición de líder, es enfático en afirmar que no están dispuestos a recibir motos o moto-carros.
“Estamos dispuestos a recibir el cambio de un vehículo automotor por uno de tracción animal, pero que no tenga ningún costo ni pago por licencias, seguros, matrícula ni nada. La problemática es del distrito y no del carretero”.
La segunda opción plantea una posibilidad aún no muy clara: dar una indemnización por un valor cercano a los 36 salarios mínimos mensuales legales vigentes (algo más de 21 millones de pesos) a quienes quieran emprender un plan de negocio familiar o personal. La inquietud es: ¿quién y cómo va a capacitar a los carreteros que se decidan por esta opción?
La tercera y menos deseada opción es la de integrarse al nuevo plan de recolección de basuras en Bogotá como recicladores, ya que muchos carreteros, durante años, han hecho esa labor de manera informal. Sin embargo, Blanca Fernández, otra carretera bogotana, alerta lo que siente la mayoría: “Cómo vamos a pasar de ser independientes y tener nuestro billete a depender de si nos quieren pagar o no. Yo eso lo veo muy difícil”.
Esa afirmación se deriva de que hasta ahora, un día de buen trabajo les deja, tanto Rozo como a Fernández, entre 50 mil y 100 mil pesos, dependiendo de la mercancía que carguen y de cuánto tiempo dediquen en una jornada. “Aún no nos atrevemos a decir si vamos a ganar más o menos. Estamos en incertidumbre y vamos a ver cómo nos va con los nuevos carros”, dice Rozo.
La fecha
La medida, adoptada en el Decreto 178 de 2012, da como plazo máximo el próximo jueves para que dejen de circular vehículos de tracción animal por Bogotá. Sin embargo, este plazo podría extenderse hasta octubre del 2013, para que la implementación se haga efectiva. Según la Secretaría de Movilidad, se invertirán en este proceso entre 45 mil millones y 50 mil millones de pesos.
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