El Gaula realiza campañas para que los ciudadanos denuncien si son víctimas de extorsionistas.

Foto | Policía Nacional | LA PATRIA
El Gaula realiza campañas para que los ciudadanos denuncien si son víctimas de extorsionistas.

Autor

EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ

La extorsión en Colombia experimentó un aumento en los últimos 5 años llegando a un máximo en 2023 cuando la Policía Nacional recibió un total de 10.560 denuncias en todo el país, lo que supone un incremento del 7,9% con respecto a las cifras de 2022.

Un informe de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) evidenció que la extorsión en Colombia sufrió en los últimos cinco años un alejamiento de sus formas tradicionales vinculadas con el conflicto armado y pasó a estar estrechamente relacionado con las bandas y dinámicas del crimen organizado.

Según el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional (Siedco), los principales medios a través de los cuales los criminales extorsionan fueron las llamadas telefónicas (42,7%), los cobros directos (26%) y las redes sociales (14,3%).

Así, las grandes ciudades como Bogotá son el objetivo principal de las estructuras delincuenciales. La capital fue la región que más casos registró, con un aumento del 22% con respecto a 2022, la cifra más alta del país.

Los departamentos donde más se presenta este delito que ya es uno de los peores problemas de seguridad que azota Colombia son: Antioquia con un total de 1.797 casos, seguido de Cundinamarca con 1.626, Atlántico con 1.303, Valle del Cauca con 1.100 y Norte de Santander con 549 casos.

 

Estructuras criminales activas

Bogotá cuenta con la presencia de estructuras criminales como el transnacional Tren de Aragua, originado en las cárceles venezolanas, que opera en localidades del centro, sureste y suroeste de la ciudad o Satanás, donde sus víctimas son bicitaxistas, trabajadoras sexuales y comerciantes a quienes han llegado a torturar y se han visto obligados a cerrar las puertas de sus negocios.

Este tipo de estructuras criminales se dedican sobre todo al microtráfico, la extorsión, el secuestro, la trata de personas y el tráfico internacional de drogas a pequeña escala.

Medellín es la segunda ciudad de Colombia con más casos de extorsión, sumando un total de 884, que están dirigidos en su mayoría por la organización La Oficina, que arrancó en los años ochenta auspiciada por el Cartel de Medellín del narcotraficante Pablo Escobar.

En Cali, a pesar de que el panorama criminal está más atomizado, también se registraron más de 450 denuncias que se relacionan a organizaciones como La 40, El Platanal, Los del Hueco, África o El Parche y a otras más pequeñas que se extienden por las comunas.

 

Las cárceles

Más del 40% de las extorsiones que se realizan en el país se organizan desde centros carcelarios, lugares que se han convertido en centros dinamizadores del delito.

Esta situación que se vuelve más compleja producto del hacinamiento, no únicamente de las cárceles, sino también de las Unidades de Reacción Inmediata (URI) y las estaciones de Policía; y por la crisis carcelaria declarada en Colombia debido a la inseguridad evidenciada en amenazas y asesinatos a guardias.

El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) puso en práctica a mediados del año pasado la ‘Operación Dominó’, un operativo para prevenir y combatir la extorsión y corrupción. Consiste en realizar controles diarios, en la instalación de celdas unipersonales o la constante vigilancia de las comunicaciones.

La estrategia ha resultado en la incautación de 2.430 celulares, 10.158 accesorios para celulares y 2.227 armas blancas.

Temas Destacados (etiquetas)