1. Revisar la presión de inflado de las llantas: una presión inadecuada hace que el consumo de combustible aumente. Después de viajar hágalo nuevamente.
2. Observar los niveles de los fluidos del motor: aceite, líquido de frenos, líquido refrigerante, líquido lava-parabrisas, líquido de la dirección asistida.
3. Mirar o remplazar el filtro de aire y de combustible: si se va a realizar un viaje lejos de las ciudades principales y ha repostado combustible en sitios diferentes a los habituales, en donde la calidad del mismo puede disminuir, es posible que se provoque la saturación prematura del filtro de combustible. Esto también puede ocurrir si se ha transitado por caminos destapados, pues el filtro de aire se puede saturar, por lo que es mejor reemplazarlos o revisarlos.
4. Revisar la alineación y balanceo: una mala alineación o balanceo del vehículo puede producir vibraciones y desgaste irregular de las llantas. Después del recorrido, especialmente si se ha transitado por caminos destapados, se puede haber perdido alineación en las ruedas.
5. Hacer un lavado a fondo del vehículo después del viaje: especialmente si ha viajado a lugares con alta salinidad, como la costa colombiana o por sitios destapados, es vital remover los rastros de tierra, arena y sal que hayan podido quedar, ya que pueden provocar corrosión.
*Información de Francisco Vergara, gerente Métodos y Calidad Comercial de Renault Academy.
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