Veterinario mientras toma muestras de un delfín rosado muerto

Foto | EFE | LA PATRIA Fotografía del 17 de octubre de 2023, cedida por WWF Colombia, que muestra a un veterinario mientras toma muestras de un delfín rosado muerto, en Puerto Nariño, en el Amazonas (Colombia).

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Colombia y otros 13 países asiáticos y suramericanos firmaron este martes una declaración en Bogotá para proteger a los delfines de río, especies que están en peligro y afrontan numerosas amenazas como contaminación, explotaciones petrolíferas y crisis climática.

Los delfines de aguas dulces son indicadores de la calidad de las aguas donde viven y su desaparición es un claro síntoma de la crisis planetaria: Desde 1980 hemos perdido 3 de cada 4, según datos de WWF Colombia, una de las organizaciones acompañantes de la declaratoria.

La mayoría de las especies están clasificadas como "en peligro" o "en peligro crítico" en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Esta declaratoria, que coincide con la celebración del Día Internacional de los Delfines de Río, llega después de que la muerte de más de 150 delfines rosados y grises en la Amazonía brasileña hizo saltar las alarmas a principios de este mes, en un momento en el que la sequía en el ecosistema amazónico preocupa por las consecuencias que pueda tener.

"Nos hemos unido para hacer un llamado global sobre la urgencia de tomar medidas concretas enfocadas en la protección de los delfines de río", aseguró la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, al referirse a la Declaración Global para la Conservación de Delfines de Río.

Junto a las autoridades de los países firmantes participaron también la Secretaría General de Convención de Humedales (Ramsar), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la Comisión Ballenera Internacional (CBI), WWF y la Fundación Omacha.

Amenazas a los delfines

Los delfines de río viven en algunos de los ríos más importantes del mundo, incluidos el Amazonas y el Orinoco, en Suramérica; y el Ayeyarwady, el Ganges, el Indo, el Mekong, el Mahakam y el Yangtzé, en Asia.

Desde 1980, las poblaciones de delfines de río se han desplomado un 73 % debido a múltiples amenazas, incluidas las prácticas de pesca insostenibles, las hidroeléctricas, la contaminación procedente de la agricultura, la industria y la minería, así como la pérdida de su hábitat.

"La crisis climática, sumada a las presiones humanas, como la pesca ilegal, la minería y la contaminación de su hábitat está impactando gravemente a estas especies, pero sobre todo a poblaciones enteras, cuya supervivencia depende de la buena salud de los ríos", afirmó la directora de Relaciones de Gobierno y Asuntos Internacionales de WWF Colombia, Ximena Barrera.

Si bien el panorama global es sombrío, los esfuerzos de conservación han demostrado ser exitosos para detener la disminución de algunas especies de delfines de río, incluso en algunas de las cuencas fluviales más densamente pobladas del mundo, como el Indo y el Yangtsé.

Por ejemplo, en China, el número de marsopas sin aletas del Yangtzé, que está en peligro crítico de extinción y es la única marsopa de agua dulce del mundo, ha aumentado un 23 % en los últimos cinco años tras unas estrictas medidas de protección y esfuerzos de conservación. A pesar de esto, quedan solo 1.249 marsopas sin aletas del Yangtzé.

De hecho, este martes se reunieron organismos multilaterales, organizaciones de la sociedad civil, sector privado, comunidades locales y pueblos indígenas para socializar casos de éxito en el cuidado de los delfines de río y sesiones de trabajo entre Asia y Suramérica.

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