Piden reestructurar la pedagogía militar, después de denuncia sobre cantos contra las mujeres

Esteban Gallego

LA PATRIA | Manizales

"Cuando se muera mi suegra / que la entierren boca abajo / por si se quiere salir / que se vaya más abajo. / Con los huesos de mi suegra / voy a hacer una escalera / pa´ bajar a su tumba / y patear su calavera. / Con los pelos de mi suegra / voy a hacer un estropajo / pa´tallarle a su hija / el ombligo y más abajo."

La columna de opinión titulada “No es broma, es violencia”, escrita por Adriana Villegas y publicada en LA PATRIA el 18 de octubre, generó alarma entre organizaciones políticas y feministas. Piden una reforma radical a la pedagogía militar que se imparte en el país.

Esto no es nada nuevo. Hace dos años, el 4 de noviembre del 2018, Villegas publicó otra columna que recogía algunos cánticos militares del Batallón Ayacucho que incitaban a la violencia contra la mujer y contra subversivos.

Aunque en esa ocasión la columna no consiguió grandes reacciones, Villegas cree que esta es una muestra de que algunas características de la tradición oral militar no tienen cabida en el siglo XXI.

“Con ‘No es broma, es violencia’, el Ejército tuvo una reacción de sorpresa. Dijeron que esto había sido gravísimo y que investigarían al Batallón Ayacucho. Incluso el comandante habló conmigo y me agradeció por la denuncia. Sin embargo, creo que las Fuerzas Militares están tratando el caso como si fuera uno aislado. Quieren quitar una cabeza cual trofeo por mostrar”, explicó Villegas.

En un hilo de Twitter, Villegas expuso vivencias similares en el país

Sobre la violencia en los cantos mlitares leo que son "imprudencias", "casos aislados" y "no corresponden a ninguna instrucción o doctrina militar". Ante tanta sorpresa comparto lo que me escriben sobre esta práctica antigua y extendida.#NoSonCasosAislados #DisculpasPúblicasYa pic.twitter.com/UqvbjjNsZr

— Adriana Villegas Botero (@Adrivillegas) October 25, 2020

Reacción

A través del hashtag #DisculpasPúblicasYa y #NoSonCasosAislados, le exigen a las Fuerzas Armadas ofrecer disculpas públicas y evitar cualquier discurso que atente contra la mujer o los Derechos Humanos.

El comando de la Octava Brigada, Unidad Militar de la Quinta División del Ejército Nacional, informó que los términos mencionados por estos cánticos no corresponden a ninguna instrucción o doctrina militar impartida dentro de la institución.

“Son hechos que enlodan la imagen institucional y van en contravía de las políticas de defensa y promoción de los Derechos Humanos, así como el respeto hacia la mujer dentro del Ejército Nacional”, concreta el comunicado.

Para Jéssica Castaño, líder de Colaboratorio Pluriversos, estas no son solo canciones y por tal motivo no deben banalizarse. “Así como el himno nacional busca exaltar el patriotismo de los ciudadanos, este tipo de cánticos puede tener efectos sobre la forma en la que los soldados conciben a las mujeres y sobre las prácticas que consideran legítimas contra nosotras”.

 Con respecto al tema, la secretaria de Mujer y Equidad de Géneros de Manizales, Matilda González Gil, dijo que el daño ocurre en un contexto machista en el que la violencia contra las mujeres es una pandemia que se agravó durante la crisis por la covid-19. “Es muy importante que el Ejército Nacional ofrezca unas disculpas públicas de lo ocurrido y reconocer que existe una responsabilidad de daño”.

Este movimiento formado en torno a la polémica defiende aquellas mujeres que no se consideran vulneradas por los cánticos referenciados, tal como se argumenta en la Voz del Lector publicada hoy por LA PATRIA. Sin embargo, explican que al tratarse de una institución que debe garantizar los derechos humanos, este tipo de discursos debe erradicarse y buscar, a través del diálogo con expertos, pedagogías más propias de la institución que no vulneren a ninguno o, en este caso, a ninguna.  

Opinaron

Jhoana Patiño, del Bloque feminista de Manizales

Este tipo de conductas hacen parte de una pedagogía de la crueldad que ha sido parte, históricamente, de la instrucción militar a partir de la cual a los soldados se les enseña a naturalizar la violencia, a justificarla y a crearla en algunos casos. Lo que pedimos es que se revise, a partir de diálogos con expertos, alternativas de formación militar sin tener que pasar por encima de los derechos humanos de las mujeres o de cualquier sector social.

Jeniffer Cotacio Monsalve, abogada consultora en prevención de violencia contra la mujer

Las doctrinas impartidas, a través de canciones, son violatorias de los derechos humanos de las mujeres y deben ser sancionadas por la ley. Estas, en mi opinión, sobrevaloran el concepto del hombre sobre la mujer y subvaloran la mujer frente a la institucionalidad del país. En los soldados puede generar un desprecio de la valoración, en todo el sentido de la palabra, sobre lo que significa ser mujer, madre o pareja.

María José Cuervo, feminista

Este tipo de cánticos normalizan el odio hacia la mujer en una entidad que tiene como propósito cuidarnos y respetarnos. Esto se agrava cuando vemos casos de violencia ejercida por miembros de esta entidad, como lo son: el asesinato de Juliana Giraldo, el abuso sexual a una niña indígena de la comunidad Embera Chamí, la denuncia por violación y secuestro de una adolescente por parte de dos militares, entre otros casos.