Monseñor Mancuso relata cómo se enfrenta al diablo

Monseñor Carlos Alberto Mancuso, conocido en Latinoamérica como el exorcista del papa Francisco, visitó a Manizales el pasado fin de semana. Participó del congreso de oración Liberándonos de las perturbaciones del maligno, que se celebró en las instalaciones del Colseñora.
Cerca de 900 creyentes asistieron al evento católico con la curiosidad de conocer a Mancuso, entre los ungidos por la Iglesia Católica para hacer exorcismos. El mismo papa, cuando era arzobispo de Buenos Aires, le enviaba feligreses poseídos para que les sacara el demonio.
Sabe que su oficio no es bien visto por la ciencia y por eso ha estudiado psicología, psiquiatría y parasicología a fin de poder reconocer los límites en los que se mueve cada vez que tiene un paciente al frente.
Vino desde Argentina a Manizales invitado por Teleamiga. Previo a su intervención, le concedió una entrevista a LA PATRIA, aseguró que su misión en la ciudad era brindar salud espiritual a almas de gente cristiana que la necesita por vivir en un mundo hedonista y materializado, además de fortalecer la fe para seguir viviendo una vida cristiana sin mayores tropiezos.

- ¿Qué importancia tienen en la Iglesia Católica los exorcismos?
En realidad el exorcismo es una práctica religiosa de nivel menor, mucho más importante es una misa, un matrimonio, un bautismo, que son sacramentos que tienen el máximo valor para la Iglesia Católica. El exorcismo está a nivel de los sacramentales, que es cuando un creyente trae su carro para que el sacerdote se lo bendiga,  en ese nivel está el exorcismo, solo que una persona afectada tiene mayor trascendencia que un automóvil.

- ¿Cómo identifica una persona poseída por el demonio?
El endemoniado no puede rezar, si le tiras agua bendita, da un alarido y dice que se está quemando, pero quien realmente se quema es el diablo, dice que no cree en nada, no puede rezar el Ave María, ni la oración a la Virgen dentro del rosario. La razón teológica es porque la Virgen María es una pura criatura y Jesucristo es hombre y Dios, el diablo no aguanta que nosotros le rindamos culto a ella, pretende que lo veneremos a él, porque el es ángel. Como naturaleza, el diablo está por encima de cualquier humano, pero como gracia, está muy por debajo porque perdió la gracia de Dios. Entonces, como es muy soberbio, no aguanta que una simple mujer como María sea honrada por la humanidad.

- ¿Quiénes son más susceptibles de ser poseídos por el demonio?
Un 95% son mujeres.

- ¿Cuál es la razón?
Por que el diablo tentó a Eva en el paraíso y no a Adán. Las mujeres son más proclives, van a tirarse las cartas, el tarot, a adivinar la suerte, van a prácticas oscurantistas que las llevan al mal.

- ¿Cuántos casos de exorcismo ha enfrentado?
Cuántos periodistas me preguntan eso... No tengo números, son tres décadas trabajando en lo mismo, no llevo un registro, puedo decirle a cuántos he bautizado en mi parroquia porque llevo un libro, pero los exorcismos son prácticas privadas, no invitamos a la gente a curiosear.

- ¿Qué sucede durante un exorcismo?
Quienes vienen a buscarme deben traer una frazada, porque los acuesto en el suelo boca abajo, dicen que del suelo no se cae nadie, cada uno de mis cuatro ayudantes lo sostiene de las extremidades. De ahí no se va a ir, porque intenta salir disparado. La razón de que se acuesten boca abajo es porque escupen para tomar venganza con el exorcista. Le rezamos a Dios, pidiéndole que saque el demonio, también realizo conjuros y sigo un ritual de 1614, que fue promulgado durante el pontificado del papa Pablo V, lo rezo en latín y me da resultado. Existe uno que fue promulgado durante el gobierno del papa Juan Pablo II, pero es muy light, el demonio no le tiene miedo. También utilizo agua bendita y la ascensión de la cruz. Un exorcismo puede tardar 30 minutos.

- ¿Cuál es su visión del demonio?
Es un ángel caído que se apartó del plan de Dios por envidia, al saber que era tan solo una criatura quiso usurparle el trono a Dios, lo que es un acto demencial, por eso terminó expulsado de los lugares donde estaba y Dios lo condenó a habitar las tinieblas exteriores, allí hay llanto y rechinar de dientes.  

- ¿Alguna vez ha tenido miedo?
El miedo no se fabrica ni se compra, es una reacción anímica-psicológica frente a una realidad desfavorable, el diablo contra el sacerdote no puede hacer nada, porque Dios nos protege.

Su relación con el papa Francisco

Jorge Mario Bergoglio tuvo entre sus discípulos, cuando era rector del seminario de San Miguel en Buenos Aires (Argentina), a un seminarista que era de la parroquia de monseñor Carlos Alberto Mancuso. Según él, cree que el papa Francisco quedó muy agradecido porque el seminarista prefirió ser Jesuita que del Clero Diocesano Platense. Luego su discípulo le habló al papa sobre la labor de exorcista que cumplía Mancuso y terminó recibiendo personas endemoniadas que Bergoglio le enviaba cuando era arzobispo de Bueno Aires y él se las devolvía liberadas. Por eso es conocido como el exorcista del papa.