Mario Calderón, el hacedor de utopías

Blanca Eugenia Giraldo

LA PATRIA | MANIZALES

"Se fue un caldense ejemplar", es la frase que más repiten los amigos del desaparecido Mario Calderón Rivera. El líder, oriundo de Neira, falleció el pasado lunes en Bogotá, a sus 81 años. Hoy, su familia y amigos, después de una ceremonia litúrgica, oficiada por el sacerdote Leopoldo Peláez, esparcirán sus cenizas en el que fue su rincón del alma, su finca La China, en la vereda San Peregrino, para que se unan a las de su amada esposa Edna Luz.

Personajes como el expresidente Belisario Betancur, su alumna Noemí Sanín, su amigos César Vallejo, Gunter Pauli y Paolo Lugari reconocen que Mario Calderón fue un gran visionario que manejó temas de desarrollo regional y urbano, sostenibilidad, medio ambiente y educación. También promovió el desarrollo de la integración del Eje Cafetero y el cultivo de hongos como fuente de proteína y desarrollo social. Así lo recuerdan.

El abuelo

"Perdimos no solo a un abuelo, sino a un padre, a un confidente, a un amigo. Es una persona que realmente tenía la ética más impecable, era noble y estoy segura que todas sus palabras me ayudaron a enfrentar la vida sin miedo", afirma su nieta Andrea Calderón.

Agrega que como abuelo siempre estuvo presente, pese a sus numerosas actividades. "De él aprendí a amar la naturaleza, planté mi primer árbol, me enseñó la necesidad de cuidar el planeta y todas sus ideas de desarrollo sostenible, me enseñó sobre historia y la importancia de un matrimonio".

Andrea afirma, sin temor a equivocarse, que tanto para ella como para el resto de sus nietos, Mario Calderón era su héroe, era el súperabuelo con su capa y sus ideas de ir a ayudar a la gente que lo necesitaba, mas no a la gente que lo tenía todo. "Es la razón para que yo estudiara derecho ambiental y por la que fui servidora pública".

"Siempre nos exigía ser una mejor persona y cultivar la investigación".

Su nieta Andrea Calderón.

El amigo

Paolo Lugari, el fundador de Gaviotas, una comunidad autosostenible de 11 mil hectáreas ubicada en la Orinoquia colombiana, reconoce que Calderón era su mejor amigo y hasta un padre sustituto. Cuenta que conoció a Calderón cuando le pidió una cita para hablarle de energía solar. "Era de una sencillez tan asombrosa, que a veces me acomplejaba por no llegar a ese nivel, era más que humano, un extraterrestre en el buen sentido de la palabra. Él era la más clara manifestación del sí se puede".

Esa cita se convirtió en un eterno encuentro luego que Mario visitó a Gaviotas, en el Vichada. "Se entusiasmó más que yo, porque cuando se convencía de algo lo empujaba a uno, era un ser humano excepcional". Asegura que quedó tan motivado que dijo que ese modelo había que replicarlo y llevarlo de la periferia a la ciudad.

Cuenta Lugari que con su amigo se idearon muchos caminos y después llegaban a conclusiones compartidas. "La gran ventaja es que después lo acompañaba a uno en el recorrido, no solo en la aprobación, él nos empujaba". A su recuerdo llegan los viajes a distintas regiones, no solo a África para llevar su mensaje de cómo el mundo debiera de ser sustentable. Producto de todo ese conocimiento compartido, Calderón escribió un libro con la historia de la Fundación Gaviotas y sobre su creador, bajo el título: Renacimiento en el Trópico - Paolo Lugari o los tiempos de Gaviotas.

Hoy en su despedida, su gran amigo Lugari recuerda una maravillosa frase que Calderón siempre aplicó: "La vida que me ha sido dada, solo se merece dándola".

"Para describir a Mario no hay palabras, tocaría inventar un nuevo lenguaje".

Paolo Lugari, fundador de Gaviotas.

El discípulo

Para el expresidente Belisario Betancur, hablar de su alumno Mario Calderón es hacer un reconocimiento a uno de los grandes que ha dado Colombia y en particular Caldas en los últimos tiempos. "Era un pensador, creador y ejecutor que no se detenía en dificultades menores, porque siempre pensaba en grandes realizaciones".

Cuenta que conoció a Calderón como su discípulo y que desde un comienzo vio en él que era una especie de iluminado, que intuía las respuestas a los problemas más arduos y no se detenía ante ninguna dificultad.

Otra cosa que destaca Betancur es la aplicación de su profunda inteligencia. "Antes que nada, el doctor Calderón Rivera buscaba el servicio a través de obras de una profunda creatividad, como los programas Cero (reducción de emisiones), los de vivienda sin cuota inicial, como gerente del Banco Central Hipotecario y los de estímulo a la producción, al progreso urbano y rural, incluso con la aplicación de sistemas de acuerdo con el centro de investigaciones Gaviotas".

Agrega que son evidentes las soluciones que aplicó en Bogotá, Medellín y Manizales, porque no tenía limitaciones regionales.

Según el expresidente, Mario Calderón era un servidor de la patria en todos sus ámbitos. "Hay que recordar su embajada en Grecia, que fue innovadora y de una aplicación muy seria para profundizar en el pensamiento de los grandes filósofos de todos los tiempos".

El expresidente Betancur también destaca la habilidad de Calderón Rivera como escritor, puesto que era de mucho rigor académico, minucioso, serio, con una inmanencia en su estilo, de una purificación en sus palabras y de una verificación de cuantos conocimientos obtenía para aplicarlos siempre al servicio de la comunidad.

¡Qué gran escritor, qué gran pensador, qué gran colombiano, qué grande, qué inmenso amigo!

Expresidente Belisario Betancur Cuartas.

El coequipero

La ingeniera química e investigadora Carmenza Jaramillo trabajó con el emprendedor Gunter Pauli en proyectos sociales, gracias a que la gran obsesión de Mario Calderón era acabar con la pobreza, por eso buscaba formas nuevas y atrevidas de hacerlo. Que en ese momento eran casi utopías y que hoy son realidad.

"Nos entendíamos muy bien en el área social. Mario era una persona muy sensible al dolor humano, su mirada estaba en el Chocó y otros departamentos muy pobres en ese entonces y, por supuesto, en los barrios marginales de Manizales.

"Queríamos convertir entre 100 y 200 mujeres cabezas de familia en empresarias, trabajando en sus barrios para que no tuvieran que abandonar sus hijos y produjeran a través de los hongos proteína para ellos, como un ingreso en especie".

Jaramillo cuenta que para los emprendimientos no sociales, Calderón era igual de entusiasta. Siempre pensando en la generación de empleo formal. "Él siempre tuvo buenos augurios para los proyectos en biotecnología, pero con una

advertencia: Los proyectos tardan entre 10 y 20 años para volverse realidad".

María Doris Marín Marín, del consejo comunitario de mujeres, perteneció a ese grupo de madres que trabajó con los hongos en el Agrovivero Territorio de Paz y define a Calderón como un benefactor. "Fue un padrino que creyó en lo nuestro, nos ayudó a conseguir recursos en otros países, para que tuviéramos no solo una fuente de alimento nutricional sino un medio de desarrollo social". Agrega que fue un promotor y defensor del medio ambiente, siempre pensando en la biodiversidad.

"Mario fue un ser humano de gran sensibilidad, hombre brillante y sin dobleces".

Carmenza Jaramillo López, ingeniera química e investigadora.

El maestro

"Mario Calderón Rivera fue el caldense más importante en la segunda mitad del siglo XX", afirma el codirector del Banco de la República, César Vallejo Mejía, además reconoce no solo los grandes aportes que le hizo a Caldas sino su dimensión intelectual.

Afirma que a su amigo lo caracterizaron valores muy importantes. "Fue un gran ser humano, por el respeto enorme que tenía por los demás, era generoso, solidario y sobre todo con una coherencia interior inmensa".

También resalta su erudición, su inteligencia, su avidez intelectual que lo hizo cercano a grandes intelectuales del mundo. "También era un visionario de mente muy joven, muy focalizado, un dirigente y ejecutor muy innovador y revolucionario". Vallejo Mejía le destaca sobremanera su liderazgo. "Era un líder que convocaba y que apoyaba las ideas de los otros, lo que nunca apoyó fue las ideas torcidas, porque era recto como el que más. Es un gran ejemplo para las nuevas generaciones".

"Mario actuaba totalmente coherente con su manera de pensar. Era un genio que le quedó grande a su época".

César Vallejo Mejía, codirector del Banco de la República.

Bondadoso

"Fue una persona de la que más he aprendido, un maestro", afirma la excandidata presidencial Noemí Sanín Posada. Agrega que fue un hombre bondadoso y un gran colombiano. "Fue la persona promotora del cuidado del ambiente, probo, recto, con carácter y nunca se dejó tentar por la adulación". También le reconoce que fue un gran escritor y un maestro también en el ejemplo".

El humanista

Luis Fernando Franco Acevedo, de la Corporación Cívica de Caldas, lo reconoce como un maestro y destaca que su principal enseñanza fue su absoluta objetividad en el juicio, con un pensamiento muy macro, contemporáneo porque fue precursor al mirar desde la dirigencia el respeto por el medio ambiente. "Fue un humanista muy realista, porque supo combinar la razón sin quitarle corazón a los proyectos y como centro fundamental siempre tenía a la persona".

Agrega que Caldas queda con una gran deuda. "Esta pobre clase política nunca lo aprovechó como se debería y sabía que pensaba distinto y que era superior a ellos".

"Supo combinar la producción con la dignidad de la persona".

Luis Fernando Franco Acevedo, miembro de la Corporación Cívica de Caldas.

El modelo

Ya tenía el viaje programado, pero una difícil situación familiar impidió que el belga Gunter Pauli, autor del libro Economía Azul, y amigo personal de Mario Calderón Rivera, asistiera a la ceremonia de despedida del líder caldense.

Vía internet expresó: "Mario no fue solo un mentor en mi vida, sino un ejemplo a seguir para mí y para mis hijos. Carl-Olaf, mi hijo mayor, tiene el nombre de Mario porque es su padrino.

Nunca voy a olvidar sus consejos, su dirección, su respaldo y su presencia va a estar siempre conmigo y en la filosofía de mi pensamiento, de ZERI y de la Economía Azul".

Agrega que Calderón no jugaba a la política, ni seguía tendencias, tampoco le interesó la popularidad, él tenia como prioridad absoluta el bienestar de la gente, el desarrollo económico local, el beneficio para el territorio sin pensar en los beneficios personales - ni los costos personales.

"Fue un economista crítico, un filósofo humanista, un actor con impaciencia que buscaba la acción con un interés incansable de movilizar la juventud. Tuvo dos influencias en su vida: el pensamiento del Club de Roma, y su amor por su tierra colombiana, el Eje Cafetero. El Club de Roma le enseñó que hay límites, pero el descubrimiento permanente de las oportunidades del Eje Cafetero le convencieron que lo que faltaba era el emprenderismo. La burocracia y la corrupción le indignaban tanto, pero nunca se pronunció públicamente, al contrario, siempre buscaba las nuevas iniciativas, y la lógica trascendente que le permitía imaginar un mundo mejor".

Su amor por el medio ambiente fue una constante en su vida. "La última vez que nos vimos en Bogotá me comentaba que extrañaba las flores y los pájaros de su finca cafetera. Allí tenía un nombre para cada árbol, todos sus nietos tenían su árbol especial, sembrado y cuidado por él".

Su vida

Mario Calderón Rivera nació en 1932 en el municipio de Neira. Era abogado-economista de la Universidad Javeriana y doctor honoris causa de la Universidad Autónoma. Se desempeñó en diferentes cargos públicos y privados como secretario del Consejo de Ministros de Alberto Lleras Camargo, secretario de Hacienda de Caldas, gerente del Banco Central Hipotecario, y en dos ocasiones declinó los nombramientos de ministro. Fue asesor de las Naciones Unidas y presidió la Cámara de Comercio de Manizales. Estuvo en Grecia como embajador de Colombia. Era columnista de LA PATRIA.

Proyectos que impulsó

* Aeropuerto del Café, antes Aeropalestina.

* Puerto de Tribugá.

* Área metropolitana.

* Gestor y dirigió el V Congreso Mundial ZERI, en Manizales.

* Ferrocarriles de Occidente y Norte.

* Fortalecimiento de la actividad cafetera.

* El cultivo de hongos.

* La siembra de especies como el arboloco.