LAURA HENAO Y ESTEBAN GALLEGO
LA PATRIA | Manizales
El alumbrado, la Navidad y el año nuevo se aproximan. Esta vez, los protagonistas serán el tapabocas, los desinfectantes y el distanciamiento social para la contención del virus en la capital caldense. ¿En qué afectará la pandemia la celebración y a la economía del fin de año?
Para el psicólogo Juan Carlos Rodríguez Rengifo, en estas fechas se dispararán la ansiedad y la depresión en la sociedad, sobre todo quienes no sean capaces de adaptarse a las medidas para celebrar los últimos días del año con la ayuda de la virtualidad. “Creo que es fundamental, a través de la consulta psicológica, centrarse en ofrecer una tranquilidad personal y familiar en la celebración virtual o no presencial de estas fechas”.
Para Rengifo, estas son fechas fundamentales para el desarrollo individual y familiar. Por esto, cree preciso el celebrar aprovechando las plataformas digitales. “Debemos entender que la Navidad no debe celebrarse únicamente de manera presencial. Mucho menos en estas condiciones. Abstenernos de reuniones y celebrar las fechas importantes de manera virtual evitará que el virus contagie a nuestro circulo cercano”.
Nueva celebración
Según un anuario pontificio publicado por el Vaticano en el 2017, Colombia tiene más de 45,3 millones de fieles bautizados bajo el credo católico. Esta cifra, para el padre Cristian Echeverri, asesor de la Arquidiócesis de Manizales, representa a una comunidad unida que, en la pandemia, debió inclinarse por formatos digitales.
“La creatividad nos obliga a adaptarnos a las condiciones. Por lo tanto, este mes seguiremos celebrando nuestro culto, nuestros villancicos, pero con muy pocas personas en los templos. Además, estamos innovando en el campo digital, muchos párrocos abrieron sus canales de youtube o facebook”, comenta Echeverri.
El párroco de la Divina Misericordia, Hernán Gallo, hace una recomendación: “Invitaría a la gente de la comunidad para que viva esta Navidad en familia, cuando digo familia son las personas con las que vivimos, sin tener que ir a visitar otras personas para evitar el riesgo de contagio”.
Encantados por la Navidad
Luz Marina Vidal y Jorge Quintero son una pareja de 68 y 78 años, espectivamente. Los dos aman la Navidad, es una tradición que ha pasado por diferentes generaciones como su hija Mónica, quien falleció hace 3 años y su nieto Juan Esteban que vive con ellos actualmente.
Habitan en el conjunto Rincón de Castilla desde hace 16 años. Tienen la costumbre de decorar su casa desde el 1 de noviembre. LA PATRIA habló con ellos:
¿Desde cuándo nació este amor por la Navidad?
Luz Marina: En mí, el amor por la Navidad existe desde siempre, porque en mi casa fuimos muchos hijos, un papá muy católico, muy tradicionalista, nunca nos faltaron el pesebre, los arreglos navideños.
Jorge: A mí me ha gustado toda la vida la Navidad. Hago pesebres, arreglo la casa. Le ponemos alma, vida y sombrero, como se dice. Y cuando Mónica estaba pues entonces con mayor razón, porque ella era muy dada a los regalos, a colocar el árbol, etc.
Con la pandemia, ¿Dudaron en montar la decoración navideña?
Luz Marina: De ninguna manera. Pase lo que pase el mundo sigue igual, tiene uno que amoldarse a las circunstancias que se vayan presentando y desde que uno tenga salud y vida, ahí estaremos.
Jorge: Nosotros en ningún momento dijimos no, no vamos a hacer nada, siempre estuvimos con la idea de hacer la Navidad y de arreglar la casa.
¿Cómo creen que va a cambiar la celebración de la Navidad por la pandemia?
Luz Marina: Para nosotros no cambia en mayor cosa, nos reunimos acá, hacemos natilla, buñuelos, un dulce, vienen dos o tres hermanas mías que están acá en Manizales, no es más la familia. Hacemos la cena de la media noche y al otro día se les lleva su platico de natilla y de cena a los que no vinieron.
Jorge: La pandemia lo reprime y limita a uno. Sin embargo, haremos lo mismo: el pesebre, los arreglos de la casa, la natilla y los buñuelos.
Impulso económico
Dos panoramas se presentan para la economía: el primero es afectado directamente por la velocidad del contagio y, el segundo, ofrece alternativas laborales y de consumo para adaptarse a las condiciones de la pandemia. Para el economista Martín Jaramillo, la pandemia marcó un antes y un después en los hábitos de consumo que se pondrán a prueba en diciembre.
Explica Jaramillo: “Es difícil predecir el futuro, pero mientras no haya un rebrote fuerte y la gente mantenga su confianza para salir y comprar de forma segura, lo más probable es que contemos con una reducción leve en el consumo navideño. La mejor apuesta que podemos realizar (dicha por la revista británica The Economist), es acostumbrarnos a una economía del 90%, que no tiene todo el consumo pero sí alcanza la mayoría”.
Los establecimientos comerciales relacionados con productos navideños parecen conformarse con este porcentaje. Edgardo Restrepo administra uno de los locales tradicionales para la compra de decoración y regalos en esta época del año. Restrepo explica que, a pesar de que este fue un año de incertidumbres, la solidaridad de sus clientes y la venta a través de whatsapp redujeron las pérdidas.
“Esperamos que este fin de año tengamos salud en la ciudad y que podamos activar el comercio, pero con la responsabilidad individual que el virus requiere”, finaliza Restrepo.
Viajes en incertidumbre
Los viajes para la temporada navideña 2020 han presentado una reducción significativa, gracias a la pandemia por la covid-19. Para Cristina Duque Ocampo, dueña de la agencia Diviértete y Turismo, hay dos razones para esta situación, la primera es que las personas tienen miedo a contagiarse en algún viaje y, la segunda, los que quieren viajar no cuentan con la capacidad económica para costearlo.
Duque Ocampo explica: “Sí es muy complejo porque por la capacidad de aforo del transporte es del 50%, esto implica que los planes turísticos salgan muchísimo más costosos. Fuera de eso los protocolos en los sitios donde llegamos son complejos: los parques están funcionando también con un aforo entre el 30 y el 50%, hay que hacer una reserva con 8 o 15 días de anticipación. Esto hace que sea más difícil la operación turística”.
Para esta época, hay personas que regresarán a Colombia. Una de ellas es Silvana Duque Alzate, quien acepta el miedo que le genera contagiarse en el viaje: “Sí me da temor, porque yo viajo con muchas personas en un avión. El riesgo es mucho más alto, porque, aunque existen los protocolos, en el avión hay una aglomeración de personas considerable que se maximiza al bajar del avión”.
OPINE
Fernando Santana Aguirre: “La integración familiar es fundamental en este tiempo. Tenemos planeado decorar la casa, realizar una cena y reunirnos con máximo cinco familiares por efectos de la pandemia”.
Beatriz Amparo Osorio: “En años pasados hacíamos reuniones familiares y decorábamos con entusiasmo. Este año tenemos muchas limitaciones, no nos vamos a reunir y, por esto, perdí la motivación para decorar la casa”.
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