Foto | Martha Elena Monroy | LA PATRIA
En el Lavautos El Trébol, sector de Expoferias, los operarios se protegieron ante la ceniza. En ese tipo de negocios, además, se incrementó la demanda, pasando de 80 a 130 carros diarios.
ALEXANDRA SERNA
LA PATRIA | MANIZALES
La ceniza volvió a sorprender en Manizales el pasado sábado, pese a que la emisión del Volcán del Nevado del Ruiz se mantuvo estable. Ayer hubo reportes de caída de ese material volcánico en Santa Rosa de Cabal (Risaralda).
Álvaro Pablo Acevedo Naranjo, coordinador (e) del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales, explicó que en los últimos tres días la señal sísmica asociada a la emisión de ceniza se mantuvo estable, sino que hubo vientos fuertes que dependiendo de la dirección hicieron "llover" ese material sobre cascos urbanos y rurales. El único incremento significativo se registró el sábado a las 5:18 de la tarde, que fue como un borbotón.
El nivel de actividad se mantiene en naranja, es decir, erupción probable en días o semanas.
Mientras la ceniza se hizo más visible, la fumarola del Volcán Nevado del Ruiz siguió "escondida" detrás de las nubes.
La columna de vapor, gas y ceniza que emana del cráter Arenas no se ha visto en los últimos días desde la ciudad, por lo que algunos optan por acercarse a ella, arriesgándose. El pasado martes, por ejemplo, cuatro brasileños llegaron hasta la Hostería Brisas para observar la fumarola, antes de llegar a la entrada del Parque Nacional Natural Los Nevados.
En el sector de Brisas la amenaza es alta, como lo indica el color rojo en el mapa del Observatorio. Quiere decir que aparte de la caída de ceniza y flujos de lodo por una erupción, allí pueden descender proyectiles de rocas encendidas, como pasó en 1985, cuando las piedras pómez quemaron algunos frailejones, según Acevedo Naranjo.
Agregó que ante otra erupción del Ruiz, de menor energía, esos proyectiles podrían llegar hasta 10 kilómetros a la redonda del cráter, por eso las restricciones son necesarias.
De hecho, el Parque ajustó dos meses y medio cerrado. Los accesos por Caldas, Risaralda, Tolima y Quindío están vetados para los turistas. "Solo podemos controlar nuestra jurisdicción. Si ellos suben al sector de Brisas asumen el riesgo, por eso cuando llegan a la entrada principal se les expone el peligro", dijo Gloria Teresita Serna, directora del Parque. Los únicos que pueden ingresar son el Observatorio y organismos de socorro.
La funcionaria también llamó la atención sobre la vía que conduce a Murillo (Tolima), cerrada para el transporte público. Por ella se puede llegar a la vereda Aguas Calientes, exactamente a la Hacienda El Sifón, donde la panorámica de la fumarola es bastante atractiva, por lo cercana. "La recomendación es no transitar por allí".
De ahí que la conclusión del coordinador (e) del Observatorio sea sensata: "no hay mejor sitio para ver la fumarola que Manizales, que es seguro". Claro, siempre y cuando el Nevado esté despejado.
Pese a que las guayabas, plátanos, bananos, naranjas y limones están llegando a la Galería untados de ceniza, como observó LA PATRIA el pasado sábado, la mayoría de productos se sigue vendiendo, según los comerciantes consultados. Provienen más que todo del Kilómetro 41 y del sector de La Manuela, donde ha caído en más cantidad ese material volcánico.
"La demanda ha seguido estable, sino que históricamente en el primer semestre del año las ventas son flojas. Nos golpeó más la falta de gas", aseguró Justo Pastor López, gerente del Centro Galerías Plaza de Mercado. Solo en los pabellones hay unos 250 comerciantes de frutas y verduras.
Sin embargo, la oferta sí se ha disminuido. Si antes de que empezara a caer ceniza le llegaban hasta tres toneladas de esos productos a Edilson Puentes, que trabaja en el llamado sótano de la Galería, ahora recibe una tonelada por semana. "El kilo de naranja pasó de $400 a $1.000 y el de plátano, de $600 a $900", agregó.
A Daniel Valencia, otro vendedor, le ha pasado que algunas personas dejan de llevar un producto porque lo ven "feíto, como quemado". Esto no ha sido problema en el local que administra Mario Alejandro Gutiérrez, también en el sótano, pues "la ceniza no afecta la calidad, solo la presentación".
Esto lo confirmó el agrónomo Héctor González, quien dijo que la ceniza solo afecta la parte externa de los productos y es muy difícil que llegue a la pulpa. "Las personas pueden consumir tranquilamente esos productos". De paso recordó que ese material volcánico sirve de abono para la tierra donde se cultivan alimentos y se siembran jardines.
Reinerio Cuartas, administrador del aeropuerto La Nubia, indicó que este seguirá cerrado esta semana. Hoy se completan 14 días de suspensión del servicio, que equivalen a 336 vuelos (24 por día).
Si cae ceniza volcánica: permanecer dentro de la vivienda o recinto; cubrirse la nariz y la boca con una máscara, pañuelo o trapo si está en la calle. Si la ceniza cae a patios o zonas descubiertas recogerla en una bolsa y echarla a la basura, nunca lavarla con agua. No usar lentes de contacto porque se expondría a una abrasión en la córnea, utilizar gafas de seguridad. Cubrir los depósitos de agua para el consumo humano y animal.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015