MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Valores y enseñanzas se convierten en el común denominador cuando se pregunta por Fernando Gómez Chica. Político, cafetero, comerciante y constructor que falleció el pasado martes en la noche en su vivienda en Manizales después de padecer un cáncer que le diagnosticaron a comienzos de este año.
No solo dejó sin padre a Fernando, Juan Carlos, Mauricio y Paola; muchos ahijados llorarán hoy su partida, pues no dudó en ayudar al que verdaderamente necesitaba. Dicen que en sus bolsillos siempre cargaba billetes de $ 1000, $ 2000 y $ 5000 para entregar discretamente a sus protegidos; aunque también cuentan que algunos abusaron de su bondad.
Personalidad serena y actuar basado en la ética y la moral destacan en él amigos como Jorge Iván Orozco, presidente de Cedeconta, que lo describe como hombre para quien siempre primó el bien general sobre el particular.
Visionario
Don Fernando deja profundas huellas en la ciudad y la región. Lo llamaron el concejal cafetero, pero también se le reconoció por su actividad en la construcción de edificios y como comerciante exitoso. Alcanzó a generar unos 250 puestos de trabajo entre las empresas de su grupo.
Siempre se le notó que vivía actualizado. Cuando se le entrevistaba citaba noticias de periódicos, hablaba de los últimos proyectos del gobierno local y hasta de medidas que impactarían a los ciudadanos, como la actualización catastral sobre el cobro del Predial.
Este bagaje lo adquirió con su buen hábito por la lectura, como dicen amigos y familiares, pero los temas políticos y de historia fueron los que más lo apasionaron y formaron.
En noviembre de 2004 le dijo a LA PATRIA: “Una ciudad es importante de acuerdo al comercio que tenga, si tiene un comercio fuerte y en crecimiento se genera empleo y recursos para tener los impuestos municipales y nacionales”.
Marco Orozco, médico y amigo personal de don Fernando durante unos 40 años, recalca que el hombre que falleció fue una persona cívica que luchó por la ciudad en todos sus actos. "Creo que fue el político manizaleño que más se conoció todos los barrios".
Las honras fúnebres serán hoy a las 11:00 de la mañana en la Catedral Basílica de Manizales. Este domingo en el Concejo Municipal se celebrará una misa a las 9:00 de la mañana para pedir por su eterno descanso.
El político
"Se caracterizó por escuchar a la gente. Siempre criticó que en la política de Caldas primara el bien particular sobre el común, y decía que eso era lo que la estaba deteriorando", sostiene Jorge Iván Orozco, presidente de Cedeconta.
Cuenta que fue el primer concejal que tuvo la alianza Anapo en Manizales, movimiento que lideró Rojas Pinilla en el país, y luego se convirtió en un seguidor de Álvaro Gómez Hurtado y de su acuerdo sobre lo fundamental.
También fue diputado de Caldas. Jaime Escobar, que compartió nueve años de los 33 que Fernando Gómez Chica estuvo en el Concejo de Manizales, asegura que era un hombre honesto y con mucho criterio, racionalidad y buen juicio para tomar las decisiones de ciudad.
"Dedicó parte de su vida a los intereses de Manizales, ciudad que amó y la que le debe mucho. Dentro del respeto que tenía por la militancia al Partido Conservador, al que perteneció siempre, respetó las ideas de los demás, pero cuando le tocó marginarse de las posiciones de partido lo hizo y de igual manera cuando le tocó adherirse a una idea de otro grupo".
Escobar recuerda que don Fernando era un archivo documental viviente del acontecer del Concejo. En sus disertaciones e intervenciones siempre hacía un preámbulo de lo que había pasado en los últimos 10 o 15 años en Manizales; además recordaba a sus compañeros con los que inició las gestas de concejal: Domingo Roncancio, Ernesto Gutiérrez Arango, José Restrepo Restrepo, Fernando Londoño Londoño. "Era muy ameno su disertación porque retrotraía al instante lo que había acontecido años atrás".
John Heberth Zamora, presidente del Concejo Municipal, dice que compartió con Gómez Chica en el periodo 1998-2000 y que sus debates los realizaba con entereza en defensa de la ciudad.
Después de ese lapso se presentó de nuevo con una lista propia al Concejo, pero no le alcanzó. Fundó después el grupo político Retomemos el camino. En noviembre de 2004 le madrugó a la contienda electoral para la Alcaldía de Manizales, se lanzó como candidato apoyado por Equipo Colombia, movimiento liderado por Luis Alfredo Ramos. No era la primera vez que ponía su nombre a consideración para este cargo. Dos años antes, en 2002, estuvo entre 16 precandidatos que buscaban el visto bueno de la alianza Democracia Viva (después Nuevo Partido y luego Partido de la U), Opción Liberal (actual Cambio Radical) y Salvación Nacional en el que militaba y que ahora es una línea del conservatismo.
Le aterraba el desempleo y las por lo menos 10 mil familias que vivían en cambuches. "A 300 metros del Club Manizales vive gente en forma infrahumana", sostenía.
Zamora recuerda que fue el representante del liberalismo en la segunda campaña a la Alcaldía, pues lo apoyó la coalición barco-yepes. "Don Fernando madrugaba a las 5:00 de la mañana a las fábricas y a los barrios, pero por 535 votos perdimos la alcaldía, el ganador fue Luis Roberto Rivas. Nunca pude saber por qué Luis Emilio Sierra no lo respaldó, y sí lo hizo con Rivas. Siempre fue hermético en el tema, me decía: son gajes de la política".
Sus amigos le sugirieron demandar las elecciones, pero don Fernando prefirió acatar el resultado a poner en traumatismos la ciudad.
En lo social los temas de seguridad y educación fueron sus caballitos de batalla. Fue amigo del desarrollo con equidad y de la transparencia en el manejo de los recursos públicos.
El cafetero
Desde el 2004 ya hablaba de que la región llevaba una época de más de seis años de crisis por los precios del grano. Argumentaba que los manizaleños debían ser conscientes de que si no se trabajaba, y duro, sobre bases reales no se lograrían las metas.
Mario Gómez Estrada dijo ayer: "lamento mucho que personas que las 24 horas del día estaban pensando en el tema cafetero terminen su ciclo vital".
Ese amor por el producto de la tierra lo heredó de su padre, José Dolores, Lolo Gómez, y se lo transmitió a varios de sus hijos que permanecen en el negocio de la exportación de café. El centro de operaciones laborales de don Fernando fue la Trilladora Gómez, donde consolidó buena parte de sus negocios con el producto de sus fincas.
Gómez Estrada sostiene que don Fernando fue un exportador pequeño, pero cumplidor de sus obligaciones, que es lo más importante en el sector. "En varias oportunidades tuvimos tertulias que me sirvieron mucho. Él vivía para el café y la región, tenía una gran preocupación por lo que pasara en Caldas y Manizales, vivía horrorizado con lo que está ocurriendo con la caficultura, decía que es el peor momento de su historia".
Hombre de familia
Fermando Gómez Chica nació en Neira (Caldas). Hijo de José Dolores, Lolo Gómez, y Cecilia Chica. Tuvo seis hermanos, pero como don Lolo falleció y el hijo menor estaba pequeño, don Fernando se convirtió en un padre, asegura Henry Gómez Tabares, exgobernador del Quindío.
"Nos inculcó valores cívicos y morales. Fue un hombre al que le gustaba mucho compartir con la familia, siempre dio ejemplo de vida. Fue alguien digno de admirar por su inteligencia y por sus destrezas. Decía que un hombre debe conservar tres cosas para llegar al éxito: seriedad, palabra y cumplimiento", asegura su hermano.
Don Fernando empezó a trabajar desde los 7 años, siempre al lado de su padre, quien se sentía orgulloso por la dedicación de su hijo. "Amaba todo lo que tuviera que ver con el agro y desarrolló una visión especial por los negocios. Sabía cuándo había qué construir y cuándo no", expresa su hermano.
Uno de sus seis nietos, Juan Pablo Gómez, recalca que su abuelo fue una gran persona por los principios y valores que siempre les transmitió. "Nos aconsejaba que la vida se debe llevar por el camino del bien, ser correctos y serios".
Pilar Joves, nuera, describe a don Fernando como alguien solidario y querido con toda la familia. "Siempre estuvo ahí para todos. Nos dio demasiado ejemplo. Iba a todos los matrimonios que lo invitaran. Le gustaba mucho compartir con la gente".
El jefe
Jorge Henao trabaja en la reencauchadora Moderna, empresa de la familia Gómez. Señala que don Fernando fue un excelente jefe por su conciencia con los subalternos y su preocupación para que todo marchara bien, hasta las familias de los empleados.
"Deja un legado de responsabilidad social y transparencia. Era difícil verlo de mal genio. Antes que regañar o de buscar culpables, cuando algo no funcionaba, buscaba las soluciones. Para llamar la atención era muy calmado y centrado".
Otras personas que lo conocieron dicen que para Fernando Gómez Chica lo más importante era la palabra, con él no se necesitaba firmar documentos.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015