RAQUEL GODOS
EFE | LA PATRIA | WASHINGTON
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, exhibió ayer en su primer día de visita oficial a Washington los avances de su país para poner fin al conflicto que vive desde hace medio siglo, así como la fortaleza y estabilidad de su economía, en comparación con la crisis a la que se enfrenta la región.
Santos arrancó su jornada con una reunión con congresistas republicanos, a los que informó sobre los logros del Plan Colombia, del que celebrará su 15 aniversario hoy en la Casa Blanca junto a su homólogo estadounidense, Barack Obama, así como de los progresos de las negociaciones de paz, cuyo acuerdo final confía en que sea rubricado el próximo 23 de marzo.
El mandatario colombiano, acompañado por una nutrida comitiva con parte de su gabinete, recibió el apoyo de los legisladores para continuar luchando contra el narcotráfico y el crimen organizado, aunque también escuchó sus preocupaciones sobre algunos de los aspectos que tienen que ver con las conversaciones de paz con las Farc.
"Tengo una serie de graves preocupaciones sobre las Farc y las negociaciones en curso con la organización terrorista", afirmó tras el encuentro el congresista por Florida, Mario Díaz-Balart.
"Entre ellas, creo firmemente que la organización debe denunciar el terrorismo y detener todas las actividades terroristas. Se debe desmantelar todas sus operaciones de narcotráfico, sin excepciones. Y EE.UU. también debe mantenerse firme en contra de la liberación de narcotraficantes como Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad, (...) cuya liberación no debe ser utilizada como moneda de cambio", dijo.
Tanto el Gobierno de Santos como el de Obama han subrayado el carácter sostenido y bipartidista del Plan Colombia, que ha sido apoyado por los dos grandes partidos estadounidenses a lo largo de los años, pero algunos legisladores en el Capitolio de Washington han elevado sus dudas sobre los posibles castigos a los guerrilleros y algunas violaciones a los derechos humanos que aún sufre el país.
Es precisamente el Congreso quien aprueba las partidas presupuestarias destinadas al país andino, una inyección financiera que Obama pedirá aumentar de cara al año fiscal 2017 con el objetivo de redirigir los esfuerzos estadounidenses hacia la implementación de la paz, anunció esta semana la Casa Blanca.
Agradecido
"Estados Unidos ha sido un gran aliado para poner las condiciones necesarias para el fin del conflicto y espero que lo sea para la construcción de la paz", aseguró Santos ayer durante una conferencia auspiciada por varios centros de estudios de la capital.
En ese foro, el mandatario delineó los principales logros de su país en la lucha contra el narcotráfico, y advirtió que más allá de los fondos recibidos, lo más importante que aportó Washington al Plan Colombia tuvo que ver con la calidad de los recursos, sobre todo en materia de entrenamiento militar e inteligencia.
Además, Santos participó en un almuerzo en la Cámara de Comercio estadounidense, donde desplegó la bonanza de la economía colombiana en comparación con sus vecinos latinoamericanos, y reiteró sus intenciones de integrar el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).
El presidente insistió en la estabilidad macroeconómica del país en medio de las difíciles circunstancias globales, con la aguda caída del precio del petróleo y la ralentización de la economía china, cuya receta, según explicó, se basa en la consolidación fiscal, el respeto a las inversiones extranjeras y la inversión en infraestructuras y en educación.
Por la tarde, Santos regresó al Capitolio para reunirse con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, así como con la líder de la minoría demócrata de la Cámara baja, Nancy Pelosi, en un encuentro a puerta cerrada.
Así, el viaje de Santos, al que no le falta ni un encuentro de alto nivel en la agenda, no solo representará el agradecimiento colombiano por la ayuda prestada por parte de EE.UU. en los últimos 15 años, también sentará las bases del futuro respaldo estadounidense para el postconflicto y dará una dosis de legitimación a los diálogos de La Habana.
Destacado
De los 3 mil 500 millones de dólares que destinó Estados Unidos para el Plan Colombia, cerca de 1.200 millones fueron destinados exclusivamente para el componente militar, que incluyó: ayuda militar para los Batallones Antinarcóticos, asistencia para la Policía Nacional, interdicción, desarrollo alternativo y Derechos Humanos.
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