Río de Janeiro, símbolo de la crisis de Brasil

Mar Marín

Efe | LA PATRIA | Río de Janeiro

Hace apenas tres meses, el mundo miraba a Río de Janeiro y Brasil presumía con orgullo de sus Juegos Olímpicos. Hoy, sin fondos para pagar la factura de la fiesta olímpica y el costo de la corrupción y el derroche, el estado es el símbolo de la crisis económica y social que vive el país.

Río de Janeiro, que durante décadas nadó en la abundancia por las regalías petroleras, está arruinado por la corrupción.

En 24 horas, la Policía federal detuvo a dos exgobernadores de Río, Sergio Cabral y Anthony Garotinho, pesos pesados de la política brasileña y que ahora reflejan la decadencia del sistema.

Cabral, que gobernó Río entre 2007 y 2014, figuró entre los favoritos para la Presidencia por el gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

Durante su gestión, Río acogió el Mundial, los Panamericanos y ganó la candidatura para los Juegos Olímpicos del 2016. Citas que requirieron obras monumentales y que facilitaron una red de sobornos y comisiones ilegales que enriqueció a Cabral, quien, según la investigación, se embolsó al menos 66 millones de dólares.

Nuevo rico

Fue apoyado por el Partido de los Trabajadores y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva llegó a hacer campaña en su favor. Cabral cobraba sobornos mensuales próximos a los 100 mil dólares.

En su ascenso tuvo que ver Anthony Garotinho, exgobernador de Río detenido el miércoles por una trama de corrupción electoral.

Garotinho, que gobernó Río entre 1999 y 2002 y que fue candidato a la presidencia, terminó su gestión en medio de denuncias por manejos electorales y detenido por sospechas de desvío de fondos públicos para compra de votos y financiación ilegal de campañas.

Garotinho, preso, celebró la detención de su antiguo amigo y luego adversario en su blog: "La hora de Sergio Cabral llegó". "Cabral y su grupo están acusados de recibir 224 millones de reales en sobornos cobrados de grandes obras", añadió.

Movilizaciones

Mientras, en las calles de Río de Janeiro miles de empleados públicos se movilizan a diario contra el recorte de hasta el 30% de su salario que pretende imponer el actual gobernador del estado, Luis Ernesto Pezao, que fue vicegobernador de Cabral.

Recortes con los que Pezao pretende afrontar el agujero de las cuentas públicas acumulado por sucesivas gestiones marcadas por la corrupción y el derroche.