FOTO | EFE | LA PATRIA  El presidente ruso, Vladímir Putin.

FOTO | EFE | LA PATRIA

El presidente ruso, Vladímir Putin.

Autor

EFE | Moscú | LA PATRIA

 

El presidente ruso, Vladímir Putin, retomó ayer su agenda normal tras dedicarse cuatro días a apagar las consecuencias de la rebelión armada encabezada por el exiliado jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, mientras surgen las primeras informaciones sobre una purga en las filas de las Fuerzas Armadas.

Tras pasar la mañana en el Kremlin, el mandatario voló a Daguestán, en el Cáucaso Norte, para hablar de turismo y reunirse con el jefe de esta república, Serguéi Melikov, en una señal de que Putin quiere pasar página a este episodio, al menos en público.

Sin embargo, las consecuencias de la sublevación aún perdurarán. El presidente mismo dio la víspera indicaciones de que así será.

 

Persecución judicial

Pese a haberse cerrado el caso penal contra el empresario de 62 años de San Petersburgo, Putin sugirió que Prigozhin puede no estar tan libre de persecuciones judiciales en su exilio en Bielorrusia.

Insinuó que se investigarán sus negocios y si hubo "robos" en los contratos multimillonarios de cáterin para el Estado y las Fuerzas Armadas que se adjudicó una de sus empresas, Concord.

Prigozhin tiene registradas a su nombre seis empresas, mientras que otras compañías están vinculadas a él y negocios como restaurantes y hoteles a su familia.

Putin "está tratando de presentar al financiero del Grupo Wagner como corrupto y mentiroso para destruir su reputación entre el personal de Wagner y dentro de la sociedad rusa", indicó hoy el estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW).

La "limpieza" del Grupo Wagner iniciada por el Kremlin y Defensa consiste en obligar a los mercenarios a firmar contratos con el Ejército regular o irse a sus casas o al exilio a Bielorrusia.

Pero algunos observadores militares rusos señalan que no será la única limpieza que acometa Putin después de la insurrección.

 

Purgas en las Fuerzas Armadas

El conocido canal de Telegram de información sobre la guerra en Ucrania Rybar señaló ayer que la rebelión armada "se convirtió en el motivo de purgas a gran escala en las filas de las Fuerzas Armadas".

"Desde hace varios días investigadores y representantes del Servicio Federal de Protección (encargado de la seguridad de altos cargos, incluido Putin) entrevistan a jefes de mando militar y a comandantes de unidades", aseguró.

Otros blogueros militares aseguran que la supuesta purga también afecta a los pilotos que se negaron a atacar las columnas de Wagner que se acercaban a Moscú el sábado y a los guardias fronterizos que tampoco frenaron a los wagner en la región de Rostov.

El diario The New York Times afirmó ayer que el general Serguéi Surovikin, jefe adjunto de las fuerzas rusas en Ucrania y el único mando militar al que decía respetar Prigozhin, conocía de antemano sus planes y no los comunicó.

El conocido como "general Armagedón" por su mano dura, actuó hasta el sábado de enlace en el frente entre la cúpula militar en Moscú y el jefe de Wagner, pero también fue de los primeros mandos que emitió aún el viernes por la noche, cuando comenzó la rebelión, un llamamiento a los mercenarios para que desistieran de sus planes.

"En torno a estos acontecimientos habrá ahora muchas especulaciones y conjeturas. Creo que esto es uno de tales ejemplos", dijo hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Temas Destacados (etiquetas)