Una exposición de retratos de víctimas de la dictadura militar argentina (1976-1983) elaborados entre centenares de personas busca rendir homenaje a los desaparecidos y despertar la "memoria activa" sobre la etapa más negra de la historia reciente del país. "Pensamos que hacer un homenaje no está reñido con hacer un trabajo de buena calidad", explicó Jorge González Perrín, director del colectivo Arte Memoria, responsable de la muestra que se exhibe en el porteño Palais de Glace hasta finales de abril.
El grupo ha promovido la creación de este "arte participativo", a través de cuadros de autoría múltiple basados en fotografías en blanco y negro de víctimas del régimen militar. "Esta forma de pintar supone decir simbólicamente que estamos activos y no somos espectadores de lo que ocurre", agregó González Perrín, que trata de combatir con esta técnica el silencio sobre los desaparecidos.
La iniciativa, que se estrenó en agosto de 2010, comenzó como una propuesta que se fue desarrollando a medida que avanzaban las condenas a los represores de la dictadura. "Realizábamos retratos de las personas nombradas en los juicios, y mostrábamos los retratos cuando se hacía justicia", explicó el director de colectivo.
Posteriormente, la participación en manifestaciones por la memoria y las peticiones particulares fueron acercando distintos casos a los promotores del colectivo, como el de los niños robados durante la dictadura.
"Intervinimos nuestra propia muestra con 400 imágenes de bebés, y luego pintamos un cuadro de un bebé reclamando que devuelvan a los chicos", indicó González Perrín, para quien esta actividad es un canal de expresión en el que las víctimas de la dictadura vuelven a tomar vida.
"En cada cuadrado del retrato todos aquellos que no sabemos donde están tienen un lugar para que la gente les recuerde", agregó.
Los resultados de este particular modelo, en el que cada fotografía en blanco y negro es fragmentada en cuadrados de un centímetro de lado, son unos retratos "realistas" en los que la incorporación del color cumple también un papel, según el responsable de la muestra, inaugurada a mediados de marzo.
La imagen del periodista y escritor Rodolfo Walsh, desaparecido desde 1977, por ejemplo, destaca sobre un fondo azul intenso, mientras que para el rostro del sacerdote Carlos Mujica, asesinado en 1974, se ha elegido el verde.
Para la maestra Gabriela Lotufo, fundadora del sindicato de maestros de la enseñanza privada, secuestrada en 1977 en Rosario, se optó por un mosaico de pequeñas imágenes con las que sus allegados quisieron dejar constancia de sus aficiones.
"Nuestra actuación fue una herramienta para que la comunidad pudiera rememorar a estas personas que dieron su vida por lo que pensaban", agregó el director del colectivo Arte Memoria, quien recordó otro ejemplo significativo: el retrato de cuatro 'scouts' argentinos también desaparecidos durante la dictadura.
Los retratos de Ely Frers, Horacio Russin, María Clara Ciocchini y Eduardo Ricci, miembros de la Comunidad Guía Scout de la Pequeña Obra de Bahía Blanca, localidad situada unos 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, fueron realizados por familiares, amigos y miembros de la organización juvenil.
"Sus retratos quedaron en la sede del grupo para que sean recordados y sirvan de ejemplo a nuevas generaciones", indicó González Perrín.EFE
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