El levantamiento del bloqueo de Gaza impide un acuerdo de alto el fuego

Las diferencias sobre el levantamiento del bloqueo que Israel impuso a la franja de Gaza en 2006 impiden que las partes se pongan de acuerdo para un alto el fuego permanente en la zona, son las que han bloqueado las negociaciones de El Cairo y han provocado hoy la reanudación de las hostilidades.

Así informa hoy el diario Yediot Aharonot, de fuentes árabes e israelíes involucradas en las negociaciones, en un despiece de las divergencias que han surgido entre las partes en los últimos tres días, y que han puesto fin esta mañana a la tregua de 72 horas que imperaba en la zona desde el martes.

Hamás exige el completo levantamiento del bloqueo, que comenzó cuando este movimiento ganó las elecciones de la ANP en 2006 y se agravó, primero, con el secuestro ese mismo año del soldado israelí Guilad Shalit y, después, cuando los islamistas echaron de la franja en 2007 a las fuerzas del presidente Mahmud Abás.

En 2010, tras el asalto a la Flotilla de la Libertad, en la que un comando israelí dio muerte a diez activistas turcos, Israel alivió el bloqueo, pero no lo levantó completamente.

Israel, siempre según el diario israelí, acepta ahora la apertura de pasos fronterizos, siempre y cuando se haga bajo supervisión internacional.

En la misma línea, exige control internacional para que no entren en la franja productos que puedan ser utilizados para potenciar la capacidad militar de Hamás y el resto de las milicias, entre ellas el cemento y los materiales de construcción.

Se trata de productos imprescindibles para la reconstrucción de la devastada Gaza, pero Israel teme que sean empleados en la construcción de túneles y fortificaciones.

Hamás también demanda la construcción de un puerto y un aeropuerto en Gaza, a lo que Israel se opone tajantemente por las mismas razones de seguridad.

Las divergencias son también amplias, a decir del diario, en la demanda palestina de que el Ejército israelí no actúe en la franja bajo ninguna circunstancia (Israel exige hacerlo en caso de una emergencia de ataque inminente), y en torno a la liberación de 56 islamistas en cárceles israelíes.

Se trata en este caso de militantes de Hamás que Israel liberó en 2011 en el canje por el soldado Shalit, y que fueron devueltos a prisión en las redadas de junio pasado por el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes.

Por el contrario, y como única concesión clara, Israel sí ha aceptado la demanda de ampliar el límite de pesca para Gaza, hasta ahora restringido a solo 3 millas.

La delegación israelí en las negociaciones de El Cairo regresó hoy a Jerusalén, poco antes de terminar el alto el fuego, para consultar sus próximos pasos con el primer ministro, Benjamín Netanyahu.

Mientras tanto, las dos partes se han embarcado en una nueva escalada de violencia que algunos analistas consideran una "continuación" de la diplomacia, es decir una forma de presionar a la otra para que ceda.

Un ministro israelí citado por la edición digital del diario Yediot Aharonot aseguró no obstante que su país "no negocia bajo fuego" pero los comentaristas indican que, de facto, el diálogo continúa.

Así lo aseguró hoy también el portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, cuyo movimiento no ha confirmado haber participado en el lanzamiento hoy de unos 40 cohetes contra territorio israelí, a los que este país respondió con la reanudación de sus bombardeos en la franja.

La Yihad Islámica responsabilizó a Israel del fracaso de las negociaciones.

"El enemigo (Israel) es el que puso fin al alto el fuego cuando rechazó nuestras demandas. El enemigo es responsable de esto (el fin del alto el fuego) porque no obtendrá de nosotros en la mesa de negociaciones lo que no ha podido conseguir en el campo (de batalla)", reza un comunicado de los Batallones Al Quds, brazo armado de la Yihad Islámica.

Por el momento, los ataques mutuos han dejado un recuento de 1 menor palestino de 10 años muerto en Gaza, y 12 heridos, tres de ellos israelíes.