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Los cádaveres de las víctimas reposan afuera del Crocus City Hall, debido a que parte del centro comercial se incendió.

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EFE | LA PATRIA | MOSCÚ

Un grupo de hombres armados con fusiles automáticos protagonizó ayer un sangriento tiroteo en una sala de conciertos a las afueras de Moscú, donde murieron 40 personas y 146 resultaron heridas, de los cuales unos 60 se encuentran en estado grave, según Sanidad.

El ataque, que causó pánico en Moscú, es el primer atentado terrorista de gravedad ocurrido en este país desde el comienzo de la guerra en Ucrania y el mayor perpetrado en la capital rusa en dos décadas.

 

Una abarrotada sala de conciertos

El ataque se produjo aproximadamente a las 8:00 de la noche previo al concierto del grupo de rock Piknik en la sala de conciertos del centro comercial Crocus City Hall de la ciudad de Krasnogorsk, en el noroeste de Moscú.

En las imágenes de las cámaras de seguridad se ve cómo al menos cuatro hombres vestidos con ropa de camuflaje, pero sin pasamontañas, comienzan a disparar nada más entrar en el acristalado centro comercia.

Uno de los cuatro atacantes recarga el fusil automático y continúa disparando contra cualquier persona que se encuentra en su camino.

En los videos colgados por testigos en las redes sociales se ven los cadáveres de víctimas que yacen en el suelo en un charco de sangre.

Mientras, los asistentes al concierto huían despavoridos y se escondían de los atacantes en el sótano, el tejado e incluso en el sistema de ventilación.

Los canales de Telegram precisan que en el momento del ataque en la sala de conciertos podrían encontrarse hasta 6.200 personas, ya que todas las entradas fueron vendidas.

El tiroteo fue seguido por explosiones de bombas incendiarias, que provocaron un gran fuego, lo que dificultó la evacuación de los asistentes al concierto.

Los servicios de bomberos, que rescataron a cien personas desde la cubierta del edificio, extinguieron las llamas con la ayuda de helicópteros. El incendio provocó el desplome de parte del tejado.

 

El Estado Islámico reivindica el ataque

El grupo yihadista Estado Islámico reivindicó el tiroteo, según la agencia Amaq, su órgano de propaganda.

“Los combatientes del Estado Islámico atacaron una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y mataron e hirieron a cientos de personas y causaron una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura”, informó en su canal de Telegram.

Rusia, que logró liquidar hace muchos años la guerrilla islamista en el Cáucaso, ha iniciado la búsqueda y captura de los terroristas, según la Guardia Nacional.

Mientras, Mijailo Podoliak, consejero del presidente ucraniano, aseguró que su país “no tiene nada que ver con el tiroteo o las explosiones” en Moscú.

 

Putin ignoró los avisos de Occidente

Las Embajadas occidentales en Rusia habían advertido una semana antes de las elecciones presidenciales del 15-17 de marzo sobre posibles atentados terroristas en este país, avisos que el presidente, Vladímir Putin, consideró “un abierto chantaje y un intento de intimidar y desestabilizar nuestra sociedad”.

La primera legación en emitir una alerta fue la de EE.UU., que en su página web avisó que grupos extremistas tenían “planes inminentes de atacar” grandes aglomeraciones de personas.
 

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