Olícer Echeverry Marín.

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Olícer Echeverry Marín.

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LA PATRIA | MANIZALES

Uberney Echeverry tenía 14 años cuando tuvo que abandonar junto con sus padres y tres hermanos la finca en la vereda Quebrada Seca, en el corregimiento de Florencia (Samaná). El conflicto los obligó a huir.

Apenas pasó la Nochebuena del 2007, cuando al día siguiente, el 25 de diciembre, sujetos armados les ordenaron irse, salvo a Olícer, su progenitor. Él les mencionó a sus hijos que les ayudaría a unos vecinos a llevar el ganado a un lugar alejado en donde no lo pudieran robar y luego se verían.

Sin embargo, para el joven fue la última vez que lo vio. Partieron hacia el corregimiento de Berlín a vivir con su abuela. Tras unos días y en aparente tranquilidad, su madre Donelia regresó a acompañar al esposo, pero lo mejor para los hijos era que permanecieran alejados.

Olícer salió de su vivienda a realizar sus labores de agricultor y, al parecer, cayó en medio de un enfrentamiento entre dos grupos armados. Desde ese día no volvieron a saber de él y hasta se creía que se había ahogado al tratar de huir del tiroteo y no saber nadar.

Ellos lucharon hasta el último momento por encontrarlo vivo o muerto. Por ello en 2019 entró la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y tras la exhumación de unos cadáveres en el cementerio San Agustín, de Samaná, se inició la recolección de información y búsqueda de familiares.

“De no ser por ellos, nunca lo hubiéramos encontrado. En una reunión con la Unidad hicimos un análisis desde que desapareció hasta que empezó a haber resultados, también nos dirigimos a la Fiscalía, Ejército y Policía y nunca hubo respuesta”, sostuvo Uberney.

Entrega digna

Tras realizar las pruebas de ADN, Medicina Legal comprobó que uno de los cuerpos correspondía al de Olícer. Hoy en Samaná se llevará el acto de entrega digna y la posterior ceremonia para su inhumación.

Para Uberney, la búsqueda fue larga y aunque no encontró a su padre como hubiera querido, esto les dará tranquilidad a él y a su familia, permitirá cerrar un ciclo, pero seguirán esperando que se esclarezcan los hechos. Por eso le pidió a la Fiscalía que actúe, porque quieren saber la verdad.

A Olícer lo reconocieron como el padre dedicado al campo y trabajador que estaba siempre para sus hijos, ya fuera para jugar o para resolverles dudas. Con él ya no pudieron volver a pasar ratos agradables y pensaron en tantos momentos que se perdieron por no tenerlo a su lado.

Siempre tenía el tradicional revuelto para llevarles a sus allegados e incluso les ayudaba a su madre y a sus hermanas, luego de que su padre murió a causa de la mordedura de una serpiente y de la partida de sus hermanos varones hacia las ciudades.

El joven sostuvo que en Quebrada Seca se vivía con poco, pero nada les faltaba. Era una vereda prometedora en la que se cultivaba maíz, arroz, café, caña y tenían ganado. “El conflicto acabó con todo, con las familias, con los sueños, con una tierra fértil en la que ya ni sueños se podían cultivar”, sentenció.

Una Unidad aliada

La UBPD se creó tras el Acuerdo de Paz con las Farc en el 2016 y durante 20 años se dedicará a buscar a personas desaparecidas en 60 años del conflicto armado. No discriminan y no importa si son civiles o miembros de grupos armados muertos en combates.

Como es una entidad humanitaria también hacen un trabajo confidencial con las familias, la información solo se recolecta para intereses de la búsqueda y no tiene vínculos con entidades de justicia. Por eso, la invitación es para que la gente deje el temor y se acerque a reportar a su ser querido.

Y se hace porque aún persiste el temor de que haya señalamientos, de que crean que les caiga la ley. Eso sí, desde la entidad se resalta que ese miedo se ha ido perdiendo y cada vez más gente se acerca. Esta es una de las razones para que exista un subregistro en el número de víctimas, pero existen otras como el desarraigo familiar.

Si bien a las comisiones se les garantiza el ingreso a las zonas donde habría desaparecidos, contactar a la gente afectada es un paso complicado, en especial cuando se trata de ingresar a bastas zonas y en donde se ha presentado el desarraigo. Cambiaron el campo por la ciudad.

Esta labor ha ido calando en la ciudadanía y se sigue adolesciendo de una ruta clara para acceder a la información, así como de mayor colaboración de la justicia penal militar, necesaria para esclarecer casos.

La UBPD cuenta con 17 entidades territoriales y otras 4 satélites, sin embargo, sigue siendo necesario fortalecer la capacidad instalada que permita dar con las familias de las víctimas desaparecidas y también de que haya más contacto con la Fiscalía.

Presencia

En Victoria, Norcasia, Samaná y La Dorada se han reportado 1096 desaparecidos. También se han recibido 299 solicitudes y con el plan regional de búsqueda han recuperado 99 cuerpos y ya se realizaron las entregas dignas de 11 víctimas.

La Unidad no ha llegado a otros municipios de Caldas debido a que cuenta con un equipo pequeño que no da abasto. Por eso existe una necesidad de aumentar la capacidad operativa y la coordinación con entes gubernamentales.

Caso cerrado

Según la familia de Olícer, la Fiscalía cerró el caso y cuando supo de esto, antes de que les contaran de la identificación de sus restos óseos, pidió que lo reabrieran. Hoy cuentan con más motivos para pedir que no los abandonen.

Un recuerdo con aroma

Olícer era amante del café y parte de su quehacer consistía en enseñarles a sus hijos sobre cultivos, tipos de granos y las mejores estrategias para luchar contra plagas como la roya y la broca.