La señalada se mostró muy asustada durante la audiencia. Al final la dejaron libre, no pidieron medida para ella.

Foto | Cortesía | LA PATRIA La señalada se mostró muy asustada durante la audiencia. Al final la dejaron libre, no pidieron medida para ella.

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LA PATRIA | MANIZALES

Consumir estupefacientes cerca de un colegio de la calle 29 con carrera 18, sector de Las Delicias, de Manizales, metió en líos judiciales a dos mujeres, Angie y Luisa, la semana pasada.

La Policía realizaba un patrullaje y las vio sobre las 9:20 de la mañana. Las abordó para una requisa y para aplicarles un comparendo basado en el nuevo decreto que prohíbe este tipo de situaciones cerca de instituciones educativas o donde estén niños, como en los parques.

Llamaron al CAI más cercano para pedir la presencia de una uniformada y así requisarlas. Cuando esta llegó, todo se complicó. Angie, de 27 años, dijo la Fiscalía, se lanzó contra el policía Jurado, a quien golpeó en la cabeza y el cuerpo. A ambas las aprehendieron y las llevaron al CAI Galán. Jurado recibió 2 días de incapacidad y a Angie le dijeron que volviera en 10 días, pues al parecer en el forcejeó se lastimó un procedimiento que le hicieron hace un tiempo en la clavícula.

Al mirar en la Registraduría, los policías se enteraron de que Luisa no era la misma que aparecía en la identificación presentada. Ahí confesó que era menor de edad y quedó en manos de Infancia y Adolescencia, mientras que a Angie la judicializaron por violencia contra servidor público.

 

Disputas

En audiencia, el abogado de la mujer se quejó de que el mismo uniformado-víctima dijo que lo que buscaba con su denuncia era un escarmiento para Angie para que no vuelva a consumir.

"Por ahí están las ollas, consumir es una enfermedad y estamos ante el odio de un policía contra los que lo hacen Angie ha tenido una vida difícil, desde pequeña responde por sus hermanos porque a la mamá le dio un derrame, fue víctima de desaparición forzada y de trata de personas en el Darién". Pidió declarar ilegal la captura.

La juez consideró que los uniformados sí estaban legitimizados para ese procedimiento, pues si se permite que cualquiera consuma donde quiera, esto se sale de las manos. "Fueron tan respetuosos, que llamaron a una policía".

Criticó que la detenida se queje de que le afectaron su clavícula. "No le dolía cuando agarró a golpes al policía, pero sí cuando la iba a detener. Solo soy objetiva, no estoy del lado de los uniformados", expresó la juez.

Angie no aceptó los cargos, quedó libre por carecer de antecedentes, pero le advirtieron que si se comprueba que le dio droga a la adolescente con la que la aprehendieron se enfrentaría a un delito peor: suministro a menor.