JENNIFER ANDREA LÓPEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Damaris Burbano se cortó el cabello ayer Jueves Santo a las 3:00 de la tarde para que le crezca más rápido. Lida Castañeda no viajará hoy, tiene miedo de volverse a accidentar como le sucedió hace siete años. Marina Gil esperará ver una guaca esta noche para desenterrarla mañana. Mentiras para unos, sueños para otros.
Todas estas costumbres hacen parte de un compendio de mitos de Semana Santa, cuya procedencia trata de entender LA PATRIA con ayuda del historiador Albeiro Valencia Llano.
1. El cabello crece más rápido y más bonito si se corta a las 3:00 de la tarde del Jueves Santo.
Albeiro Valencia: Eso tiene que ver con la luna menguante y hasta con el crecimiento de los jardines. En el campo donde se fijaban, y aún se fijan, en las fases de la luna para determinar el manejo de las cosechas. Se dice que si uno siembra en creciente la planta crece rápido, pero no bonita. En cambio, si es en menguante, sale frondosa y florece. Igual, si el cabello se corta en menguante, se supone que crece bonito, grueso y brillante.
Resulta que casi siempre el Jueves Santo coincide con esa fase de la luna, menguante. Incluso hoy en día las señoras siembran ese día y los peluqueros les recomiendan a sus clientes que se corten las “punticas”.
2. Si las plantas usadas el domingo de ramos se queman con fe durante una tempestad, es posible calmarla.
A.V: Desde 1850 se sembraban arbustos por las calles donde iba a pasar el Señor. Una vez terminada la procesión, la gente pelaba las ramas y guardaba las hojas para quemarlas durante las tempestades diurnas o nocturnas y aseguraban: “mientras usted le ponga fe...”
No sólo para las tempestades. En el siglo XIX sin luz eléctrica en las casas, que quedaban cerca al monte, las personas escuchaban algún ruido y decían: “Es la bruja.” Entonces, prendían fuego al ramo para que todo se calmara.
Es un mito muy común que todavía esta arraigado porque se tiene fe en la bendición que recibe el ramo.
3. No se puede consumir carnes rojas.
A.V: La tradición judío-crisitana desde 1950 dice que el Viernes Santo es un día misterioso, de recogimiento por el sacrificio y muerte de Jesús. En los pueblos, corregimientos y villorios hasta 1930 todo era triste después de las 3:00 de la tarde de ese día. Entonces, eso se fue relacionando: los cristianos tienen que sacrificarse con el ayuno y la abstinencia de carne roja, que era lo que más le gustaba a la gente en el siglo XIX.
Ahora, el sacerdote sabe que las preferencias son más variadas, por eso se le dice a las personas que se abstengan de comer lo que más les gusta, con el fin de hacer un verdadero sacrificio.
4. No se debe rumbear, ni fumar, ni consumir bebidas alcohólicas.
A.V: En el sacrificio del Viernes Santo, los cristianos incluyen la abstinencia de diversiones. No se debe escuchar música profana, sólo música sacra; no se puede bailar, menos rumbear, es pecado fumar o acercarse al humo del cigarrillo que otro esté consumiendo; y no está permitido tomar ni ir a trabajar en el alambique, que era el aparato utilizado anteriormente para destilar aguardiente.
Incluso, se abstenían de los tragos el Jueves, Viernes y Sábado Santo. En 1820, más que café, los campesinos se tomaban medio vaso de aguardiente y después de eso bebían media taza de agua panela caliente con un poquito de café.
5. La gente puede ver las “Guacas” en semana santa.
A.V: Es un mito muy común y hay una lógica. En 1870 se disparó el fenómeno de la violación de las sepulturas indígenas en Caldas, Risaralda y sobretodo, en Quindío. La gente pensaba que por ser Jueves y Viernes Santo se veía arder las guacas después de las 9:00 de la noche.
Lo que sucede es que en esos días hay unas condiciones especiales de clima, descritas por Luis Arango: “Que este medio lluvioso y halla neblina permite ver el fósforo emanando de las sepulturas. Entonces, la gente toma el árbol más cercano para señalar y al otro día busca el tesoro aproximadamente a 400 metros de esa marca. Unas veces lo encuentran, otras no.”
6. No se puede participar en juegos de azar.
A.V: Eso es clave. Si usted juega el Jueves, Viernes o Sábado Santo, va a perder todo lo que ganó y se va a arruinar una vez termine la semana, según la creencia popular, que se basa en la historia de Judas Iscariote.
7. No se puede martillar.
A.V: Eso se relaciona con la pasión de Cristo, la mentalidad colectiva lo asocia con estarlo clavando en la cruz, por lo tanto lo consideran no como pecado venial, sino mortal.
8. No se puede hacer oficio casero.
A.V: Esto se empieza a decir para contribuir al ayuno y a la oración, porque hacer oficio distrae del recogimiento propio de la Semana Santa e implica pasar más tiempo en la cocina. Entonces, la gente preparaba la comida desde el miércoles y la calentaba los otros dos días o hacía cosas muy livianas.
Por esa prohibición de trabajar, es que también se dice que es malo viajar. En ese tiempo, los que más se desplazaban eran los arrieros y lo hacían para comerciar productos, es decir, para trabajar.
Seguramente, algún día un arriero dejo mal atada su mula, esta se le voló y tuvo que buscarla por horas. Eso dio pie al rumor que el duende, la patasola o la madremonte le hacían la maldad por trabajar un día santo y, posteriormente, se transformó en el agüero de los viajes.
9. Si una pareja tiene relaciones sexuales, se queda pegada.
A.V: En una oportunidad hable con un sexologo, Elias Alzate, me decía que eso puede pasar fisiologicamente y no necesariamente por ser Viernes Santo. Eso sucede porque la mujer se asusta, aprieta demasiado su vagina y el pene queda atrapado.
10. La mata de hierbabuena florece a la media noche del Viernes Santo y coger su flor trae buena suerte. El problema es que el diablo se prepara para llevársela, antes que cualquier persona.
A.V: Por ser días santos la gente creía que si le ponían cuidado a una mata de hierbabuena, verbena o malva el Jueves Santo y la recogían el viernes, esa planta les servia para hacer infusiones, con las cuales se le curaban al niño las enfermedades. Años después se ha comprobado que son plantas medicinales, independientemente del día que se recojan.
Lo del diablo se debe a que dos personas podían observar el Jueves la misma mata. El Viernes uno madrugaba más a recogerla y el otro, al no encontrarla, creía que el diablo se la había llevado.