La manizaleña Laura Salazar Arango en el taller Alfarera

Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA

Se da forma a la pieza y se pule. “El proceso lleva varios días en hacerse, toca dejarla secar en cámara lenta, nosotros secamos bajo plástico por lo menos unos 15 días a veces hasta más. Después de que la pieza está completamente seca queda en estado hueso para luego llevar al horno a 1200 grados”.

LA PATRIA | MANIZALES

La manizaleña Laura Salazar Arango vivió ocho años en Barichara (Santander) y allí se enamoró de la cerámica. “Un día dije voy a dejar todo. Estaba muy cansada de las pantallas, de pasar del computador a la máquina de coser, siempre estaba pegada a una máquina. Un día decidí hacer un cambio en mi vida. Conocí una médica antroposófica que me envió unas terapias con una bola de arcilla, una meditación todos los días durante un mes y en ese momento sentí la conexión con la tierra y que necesitaba volver a ella a través del arte de la arcilla. Siempre me han gustado las manualidades, el hacer, experimentar y mezclar cosas”, comenta Laura.

Para fabricar una vajilla se inicia amasando la arcilla. “Trabajo con diferentes arcillas: terracota, negra, blanca y amarilla. Empezamos por amasar que es conectarnos con la arcilla. Es la parte del proceso donde se empieza bien o mal una pieza”, explica el proceso Laura.

Para fabricar una vajilla se inicia amasando la arcilla. “Trabajo con diferentes arcillas: terracota, negra, blanca y amarilla. Empezamos por amasar que es conectarnos con la arcilla. Es la parte del proceso donde se empieza bien o mal una pieza”, explica el proceso Laura.

Al regresar a Manizales encontró el potencial para iniciar su taller y empezó por aprender y perfeccionar su arte comprando un torno, unos bloques de arcilla, un horno, una mesa y unas cuantas sillas para después de experimentar abrir su escuela taller donde hoy tiene 25 alumnos. “Empecé hace cinco años a ensayar y la vida fue mágica, todo fluyo y abrí el taller con el nombre de Alfarera en el barrio La Estrella”.

Tiene tres líneas de trabajo: las clases, la tienda donde atiende con cita previa y los personalizados que es donde hace trabajos para otras marcas: como restaurantes, cafés y bares. En Instagram @alfarera.

Tiene tres líneas de trabajo: las clases, la tienda donde atiende con cita previa y los personalizados que es donde hace trabajos para otras marcas: como restaurantes, cafés y bares. En Instagram @alfarera.

La esencia de Alfarera es que la gente puede ir armando su vajilla con diferentes piezas, “mezclar cualquier plato con un boul y servir una mesa con pocillos altos, bajitos, gordos, muchas piezas diferentes, a mí eso me fascina, una mesa desigual, eso es esencia en mi marca”, puntualiza Laura.

La esencia de Alfarera es que la gente puede ir armando su vajilla con diferentes piezas, “mezclar cualquier plato con un boul y servir una mesa con pocillos altos, bajitos, gordos, muchas piezas diferentes, a mí eso me fascina, una mesa desigual, eso es esencia en mi marca”, puntualiza Laura.

Elabora sus propios esmaltes cerámicos, donde mezcla minerales que en el horno se vitrifican, se vuelven vidrio. Funde a una temperatura específica y quedan con impermeabilidad y color.

Elabora sus propios esmaltes cerámicos, donde mezcla minerales que en el horno se vitrifican, se vuelven vidrio. Funde a una temperatura específica y quedan con impermeabilidad y color.

En el horno son tres días: un día quemando y dos días enfriando y aquí es donde se ve el resultado del proceso, donde sucede la magia, es la transformación que hace el fuego.

En el horno son tres días: un día quemando y dos días enfriando y aquí es donde se ve el resultado del proceso, donde sucede la magia, es la transformación que hace el fuego.

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