El entierro del Calabazo representa la tristeza de los asistentes del Carnaval.

Foto | Darío Cardona | LA PATRIA El entierro del Calabazo representa la tristeza de los asistentes del Carnaval.

LA PATRIA | MANIZALES

"Salve, salve placer de la vida, salve, salve sin para carnaval, de Riosucio la tierra querida eres timbre de gloria inmortal". Esto fue lo que se escuchó el miércoles, 11 de enero, a las 10:00 p.m. después de que las trompetas tocaran la marcha fúnebre, en la carrera 5ª entre calles 5ª y 6ª.

Estaba a punto de arrancar el Desfile del Calabazo, una procesión fúnebre en la cual los celebrantes del Carnaval de Riosucio visten de negro, salen las viudas, se encienden las velas y las capas no ondean alegres. El Calabazo es un fruto grande y globoso de cáscara dura, de dos plantas, que se utiliza seco y vaciado de su carne para hacer recipientes y jícaras. Una vez listo, los indígenas, y ahora turistas y habitantes de Riosucio, lo usan como contenedor de bebidas alcohólicas como lo son el guarapo y la chicha.

Sin embargo, para esta ocasión, el Calabazo no estaba allí para ser testigo de la euforia, el roce de los cuerpos en las comparsas, la sudoración o el enrojecimiento de la piel. Él iba directo a ser sepultado. Pero, ¿por qué se enterraría un fruto que se usa como recipiente? Pues, aunque la fiesta termina no muere. El Calabazo contiene al guarapo que fermentará bajo la tierra y que se tomará dentro de dos años, cuando reviva el Carnaval.

El fruto posaba sobre una base de madera. De su parte superior colgaba una cinta de madera. A su alrededor lo acompañaban rosas blancas, rojas y rosadas, y en cada esquina un velón. Cuatro viudas, vestidas de negro y con cachos sobre sus cabezas lo sostenían mientras entonaban: "Nuestros padres por este gran día encontraron en si su placer, cuando alguno de diablo llovía vegigazos a más no poder".

 

Recorrido

En la calle 7ª el Calabazo pasó a los hombros de los matachines, quienes al contrario de las viudas vestían colores vivos, como el rojo, el verde y el amarillo.

Las trompetas nunca dejaron de sonar y en compañía de campañas marcaban el ritmo de los enlutados. De Ventanas y balcones se asomaban niños y adultos mayores con recelo tarareaban: "Vino un día del arte y la ciencia la magnífica luz alumbrar inspiraste con gran excelencia las cuadrillas de fama sin par".

El destino ya estaba cerca, y en la calle 10, entre la sede de la Corporación Carnaval de Riosucio y Plaza de La Candelaria, esperaba la multitud que prefirió ahorrarse el recorrido. "Rápido que nos mojamos", le gritaban al conductor del carro de Bomberos que dirigía el desfile.

Las cuadrillas entraron a la Plaza, y orgullosas repetían: "Las cuadrillas de ingenio fecundo tanto nombre han llegado a alcanzar que en ninguna otra parte del mundo nuestra fiesta podrán superar".

Al sur de la Plaza las esperaba en hueco en donde sería enterrado el Calabazo, sin embargo este perdió atención y su sepelio pasó desapercibido cuando los asistentes se toparon con el Diablo de Diego Jurado, que esperaba en el centro de la calle para ser quemado. Y a Su Majestad, Satanás, el Diablo, le elogiaron la última estrofa del himno del Carnaval: "Tú eres fuente de paz y ventura panacea del pobre mortal, tú has venido quizás de la altura como prenda de don celestial".

 

La quema del Diablo

A las 11: 00 p.m., antes de que la Plaza de La Candelaria se iluminara por los fuegos pirotécnicos y la llama que emergería del Diablo, el orador Esteban Zapata hizo la lectura del Testamento del Diablo, página final de la literatura matachinesca, mediante la cual el Diablo reparte por boca de matachines su herencia, dejando su gratitud o su castigo, en recuento burlesco de la fiesta.

Antes de que los encargados bañaran el Diablo en gasolina, y ardiera, para revivir dentro de dos años, se escuchó: “El fuego que purifica en el crisol de los años destruye genial figura, pero el legado paterno con su esencia aquí perdura y el ingenio poderoso de todos los riosuceños sigue brillando por siempre en toda su intensidad”.

Temas Destacados (etiquetas)