Al alimón: ¡Torero, torero, adiós Dámaso!

El Molinero*

LA PATRIA | Manizales

A Dámaso González muchos le conocieron como un torero dramático. Nunca se rendía ante astados peligrosos y tampoco cedía en su necesidad de salir siempre triunfador. Por eso, el mundo del toro recibió con profundo pesar la noticia de la semana pasada de su muerte.

Por Manizales pasó en la década de 1970 y compartió carteles con prominentes figura de aquel momento taurino, como Paco Camino, Paquirri o el colombiano Jaime González Sandoval El Puno.

Vida

Dámaso González Carrasco nació en la ciudad de Albacete, al suroriente de España, el 11 de septiembre de 1948 y se erigió en una de las grandes figuras del toreo de los 70 y 80 del siglo pasado junto a José Mari Manzanares, Paquirri y El Niño de la Capea.

Proveniente de una familia humilde de ganaderos, Dámaso trabajó en su juventud como repartidor de leche, de ahí su apodo de "El Lechero".

González Carrasco, que comenzó bajo el apodo de "Curro de Alba" tomó la alternativa el 24 de junio de 1969 en Alicante de manos de Miguelín y de Paquirri, con toros de Flores Cubero.

Confirmó el 14 de mayo de 1970 con toros de Francisco Galache, teniendo a El Viti como padrino y a Miguel Hernández como testigo, y en 1970 confirmó la alternativa en México.

Su última corrida en activo fue en la Feria de Valencia de 2003, a los 55 años. Desde entonces se dedicó a su ganadería, que llevaba el nombre de su hija, Sonia González. También su hijo, del mismo nombre que él, llegó a ser novillero.

Drama

El domingo 9 de enero de 1972, Dámaso González vivió un éxtasis mayúsculo en Manizales. En su reseña, Hernán Jaramillo logra traducir con precisión su experiencia desde el palco de callejón hasta la arena local.

“Dámaso González ejecutó una inenarrable faena; la lluvia, que ya se había iniciado en el toro anterior, se desató con fuerza, cosa que no le quitó lustre a la corrida, ya que había un señor torero buscando las palmas del triunfo, en una faena de las más dramáticas que se hayan visto en la Feria de Manizales”, explicó el entonces cronista de LA PATRIA.

Prosigue: “Con el capote, muy fino y artista, instrumentó un bonito tercio de capa, pero fue en la muleta en donde llevó hasta los tendidos dramatismo y emoción inmensa. El toro no era una perita en dulce. Castigado fuerte en varas, llegó reservón y probón (sic) a la muleta, tirando fuertes y peligrosos derrotes, pero frente a él, había un macho que no conoce el miedo ni sabe qué lo produce. Se paraba el toro y embestía Dámaso González”.

Pero lo más impresionante está en la parte final. “Hubo un momento en el cual el toro salió huyendo cuando su lidiador se le metió entre los pitones, cosa nunca vista en ninguna plaza del mundo; los terrenos estaban cambiados, la fiera no era el toro sino el torero rabioso”.

Aquella tarde el toro de la ganadería Clara Sierra murió sin necesidad de puntilla. Dos orejas y vuelta al ruedo con aplausos interminables. Hernán Jaramillo concluyó con una sentencia sabia: “Si por el valor, el arrojo y la entrega que ponga un torero se concedieran más premios, el toro entero habían tenido que darle a este valentísimo torero”.

*Con información de EFE

Ganaderías listas

Juan Carlos Gómez, director ejecutivo de Cormanizales, ya avanza en la conformación de la temporada taurina del próximo año. En la ciudad se verán astados de Dosgutiérrez, País Pamba, Santa Bárbara y Juan Bernardo Caicedo. El festival taurino y otra corrida irán por la cuenta de Ernesto Gutiérrez y Achury Viejo abrirá con la novillada.

Para octubre, en la feria de Toros y Ciudad donde se premia al novillero que se presentará en enero, hay novedades. La idea que contempla la empresa es un cuarto festejo. Las Ventas del Espíritu Santo estará en la novillada sin picadores. Con picadores habrá presencia de animales de Armerías y la ganadería Salento tendrá la corrida de cierre. Aún falta por definir una novillada sin picadores. Los carteles aún están por conformarse.